Gisele Padovan, que integrará el eguipo de trabajo del Gobierno brasileño en las negociaciones, añadió que el Tratado de Itaipú “tiene vigencia indefinida y, al igual que el Anexo C, que solo cambia cuando hay un nuevo tratado”.
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En rigor, el Art. XXV del Tratado de Itaipú establece que el documento rige desde la fecha del canje de sus instrumentos de ratificación, hecho que se verificó el 13 de agosto de 1973, “y estará en vigencia hasta que las Altas Partes Contratantes, mediante nuevo acuerdo, adopten la decisión que estimen conveniente”.
El numeral VI del Anexo C o “bases financieras y de prestación de los servicios de electricidad de la Itaipú”, establece en cambio un plazo de 50 años para que sus disposiciones sean revisadas. Ese plazo, por consiguiente, caduca el 13 de agosto de este año.
La Audiencia Pública, en Diputados del Legislativo brasileño, que fue convocado por sus integrantes “para debatir sobre la negociación del Tratado de Itaipú”, contó con la presencia del nuevo director general brasileño de la binacional, Enio Verri, quien aclaró a los legisladores que el papel de Itaipú se limita al subsidio o respaldo técnico a los gobiernos y que Itamaraty es la responsable de las negociaciones.
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Brasil necesita de Itaipú, es el guardián de su reserva energética
Evair de Melo (PP-ES), uno de los diputados responsables de la convocatoria, dijo a su turno que Itaipú “es nuestro guardián de la energía de reserva”, que su país necesita que Itaipú funcione bien, porque Brasil necesita de esa energía.