Los 6.742.000 de MWh (el 49,9%) que el Paraguay cedió al Brasil entre enero y abril del ejercicio en curso en Itaipú, así como los 2.943.000 MWh (85,33%) que cedió al sistema argentino de la mitad de la producción de Yacyretá, en rigor no es exportación sino, de acuerdo con las etiquetas impuestas por los tratados de ambas binacionales, es “cesión de energía”.
Recordemos que en Itaipú, en el lapso de referencia, su central produjo 27.476.000 MWh. En el Art. XIII del Tratado, consagra que la energía que produzca la usina será dividida en partes iguales entre nuestro país y Brasil. En otra palabras, entre enero y abril últimos, 13.738.000 MWh pertenecían al Paraguay.
Visto que la Administración Nacional de Electricidad solo retiró 6.996.000 MWh, al restar esta cantidad del total de la energía paraguaya se averigua que la cantidad cedida al Brasil trepaba a 6.742.000 MWh (49,1% de la energía paraguaya en Itaipú).
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En lo concerniente a la hidroeléctrica paraguayo/argentina (Yacyretá), las publicaciones indican que entre enero y abril de este año Yacyretá generó 6.898.000 GWh y que la ANDE retiró 506.000 MWh. Al aplicar el Art. XIII del Tratado de Yacyretá, que también fue identificado con el número romano XIII, concluiremos que 3.449.000 MWh pertenecían al Paraguay.
El Paraguay cedió 49,1% en Itaipú y y 85,3% en Yacyretá
Como la ANDE pudo - o quiso- retirar solo 506.000 MWh, al restar esta cantidad de la energía paraguaya conoceremos la cantidad que cedimos este año, hasta abril, al sistema eléctrico argentino: 2.942.000 de MWh. Luego, en los cuatro meses del presente año, la ANDE aprovechó el 14,7% de la energía paraguaya en Yacyretá y cedió nada menos que el 85,3%.
En cuanto a la exportación de energía eléctrica realmente existente, los apuntes mensuales del Viceministerio de Minas y Energía muestran que entre enero y abril de 2023 asciende a tan solo 38.132 MWh, mientras que en similar lapso de 2022 llegó a 45.990 MWh. La merma por ende fue del 17,1%.
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En otras palabras, entre enero y abril del ejercicio en curso, nuestra genuina exportación de energía eléctrica se redujo en un 17,1%.
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Si el cotejo lo prolongamos hasta el 2021, veremos que el resultado del 2023 tampoco fue muy halagüeño, 6.771 MWh menos este año, o sea -15,1%, según las mismas fuentes.
No se trata de una simple discusión semántica
¿Qué relevancia tiene distinguir una etiqueta de otra? ¿Es importante diferenciar “exportación de cesión de energía”?
Sin dudas, además de la tangencial incursión en el campo de la semántica, debe destacarse que en el de las binacionales la venta o comercialización de un producto, en este caso de la excedente energético paraguayo, y por ende las palabras precio, mercado, pago etc., dejaron de existir para transformarse en una simple “cesión”, a un beneficiario exclusivo y excluyente, y el pago, la contraparte de cualquier operación comercial, en un gesto que llamaron “compensación”.
Enfaticemos que el precio de la exportación supera hoy los US$ 100/MWh y que el promedio de la “compensación” en las binacionales oscila ronda apenas los US$ 10/MWh.