El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, añadió que Brasil debe tener en cuenta en las negociaciones los derechos del Paraguay, “como hermano mayor”.
Añadió que no es posible que ellos no tengan en cuenta los derechos paraguayos, al recordar que en las negociaciones de 2008/2009 había sido criticado porque hizo “concesiones” para que la entidad binacional construyera una nueva línea de transmisión entre Itaipú y la subestación Villa Hayes, bajo Chaco, situada cerca de Asunción :”Brasil tiene que compartir su crecimiento”, señaló con mucho énfasis.
Lea más: Se inició oficialmente construcción de línea de 500 kV Itaipú-Villa Hayes
Agregó que en ese rol de “hermano mayor” tiene la responsabilidad de hacer que los otros países crezcan “juntos con nosotros, para vivir en un continente de paz y de tranquilidad , y nunca más repetir el gesto ignorante de una guerra entre hermanos, entre naciones, como ya ocurrió entre Brasil y Paraguay”, se refería a la guerra de la Triple Alianza (Brasil, Argentina y Uruguay) que devastó al Paraguay entre 1864 y 1870.
Lea más: A 151 años del final de la Guerra de la Triple Alianza
Luiz Inácio Da Silva y su par paraguayo Mario Abdo Benítez se reunieron en la sede de Itaipú, margen brasileña del río Paraná, luego la asunción de Enio Verri.
El Anexo C del tratado fundacional de Itaipú, recuerda la agencia española de noticias, prevé que Brasil y Paraguay tienen derecho al 50 % de la energía generada, pero establece que, si una de las partes no utiliza toda su cuota, tiene que venderle el excedente al otro socio a precios preferenciales.
En rigor, el Paraguay no vende su excedente energético en la central hidroeléctrica binacional, sino que es obligado por el Tratado a cederla. En cuanto a los “precios preferenciales”, debería apuntarse que fueron excesívamente preferenciales, tanto que el promedio que pagó Brasil en 38 años de generación ronda apenas los US$ 4 por cada MWh cedido.
Lea más: En 38 años de producción de Itaipú el Paraguay recibió US$ 4,14/MWh
EFE recuerda también que el Paraguay reivindica desde años una modificación del Anexo C del Tratado porque alega que le vende a Brasil su excedente de energía a un precio muy inferior al del mercado y que podría exportarlo a otros países a valores más competitivos.