A dos años del funcionamiento de la figura jurídica que crea las Empresas de Acciones Simplificadas (EAS), más de 4.300 firmas fueron creadas, reportó hoy el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), en una conferencia de prensa.
Se trata de una nueva figura societaria, creada con el objetivo principal de agilizar y reducir los costos de apertura de las compañías y ajustadas a las normativas. Esta modalidad ya se implementó en diversos países de la región y contribuye a mejorar el clima de negocios, favoreciendo el emprendimiento y la formalización de la economía.
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La directora del Sistema Unificado de Apertura y Cierre de Empresas (SUACE), Marcela Leguizamón, informó que bajo esta denominación, la constitución de la firma es totalmente electrónica, en aproximadamente 72 horas y con costo cero, con la utilización de los estatutos estándar, tampoco necesita de un capital mínimo para conformarse. Se puede integrar con una sola persona y su patrimonio personal está protegido; deben emitir solamente acciones nominales y no necesita escritura pública ni publicación de edictos, entre otras flexibilidades.
Además describió que el propio sistema establece los pasos para que la compañía sea formal, pues ya articula lo necesario entre los ministerios de Hacienda, Industria y Comercio, Trabajo, Empleo y Seguridad Social y el Instituto de Previsión Social (IPS). En febrero de 2020 empezó a operar el sistema y a la fecha existen 4.287 EAS constituidas, de diferentes puntos del país.
Asimismo, el evento incluyó un panel debate de intercambio de experiencias similares con referentes de Argentina, Ecuador y una representante de la Organización de Estados Americanos (OEA) así como de El Salvador, que se encuentra trabajando en la implementación de esta figura jurídica.
Del panel participaron Esteban Ortiz Mena, exsuperintendente de compañías de Quito, Ecuador; Alejandro H. Ramírez, co-redactor de la ley Sociedad por Acciones Simplificadas (SAS) de Argentina; Jorge Camilo Trigueros Guevara, director del Centro Nacional de Registros de El Salvador, y Jeannette Tramhel, oficial jurídica senior del Departamento de Derecho Internacional de la Secretaría de Asuntos Jurídicos de la OEA.
Entre las principales conclusiones se plantearon los desafíos de una mayor difusión de los beneficios sobre la creación de las empresas como EAS y el dinamismo que genera en la economía, que no sólo es un cambio normativo sino que también cultural, entre otros puntos.