La Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco) perdió 142.007 clientes de la línea baja en los últimos cinco años, según los registros de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), a los que accedió este diario.
Esto porque cada vez más usuarios están dejando de utilizar el servicio de telefonía fija, lo que está afectando aún más a las finanzas de la estatal, que dependía de este monopolio. En 2017, la telefónica tenía 327.533 clientes y al cierre de 2022 se redujo a solo 185.526 abonados, de acuerdo con los datos de la Conatel.
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Asimismo, en cuanto a la telefonía móvil, su satélite Vox sigue ocupando el último lugar en el mercado, también con una reducción de clientes, por el pésimo servicio que brinda (ver infografía).
¿Conviene o no que Copaco siga funcionando? es la consulta que surge porque los ingresos de la compañía siguen dependiendo de un sistema de comunicación que en el mundo se está dejando de usar. Asimismo, la estatal ni siquiera está pudiendo cubrir ni sus gastos con sus ingresos de los demás servicios que ofrece (internet y televisión).
Copaco debe seguir invirtiendo en fibra óptica
Pero el titular de la empresa, Sante Vallese, señaló ayer que la firma pública debe seguir invirtiendo en fibra óptica para ampliar su red de internet, de manera a ganar clientes en este servicio. Sin embargo, en este rubro, varias empresas privadas invierten cientos de millones de dólares al año, con lo que Copaco no podría competir, a no ser que recurra a recursos públicos o millonarios préstamos.
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“Nosotros estamos perdiendo nuestra principal línea de ingresos, que es la línea baja. Cada vez más personas se están desconectando. Eso es algo que está ocurriendo a nivel mundial. Si bien muchas personas quieren seguir teniendo teléfono fijo, el robo de cables está afectando bastante a la empresa, que deja a los clientes sin servicio”, expresó.
Siguió: “Ahora estamos migrando a lo que es fibra óptica, donde no estamos solos, sino compitiendo con varias empresas del mercado. Estamos perdiendo en el negocio de la línea baja y nuestra línea de acción es la fibra óptica, donde se está dando una migración natural”.
Culpa a la pandemia y deudas por las pérdidas
Respecto a la pérdida de G. 150.889 millones (US$ 20,7 millones al cambio actual) que registró el año pasado la compañía, según los registros del balance consolidado de la estatal hasta noviembre, Vallese dijo que se deben justamente a la merma de clientes de línea baja y además, culpó a la pandemia, que también afectó a los ingresos de la compañía, indicó.
Al mismo tiempo, enfatizó que las deudas históricas de la compañía a un banco extranjero y la renovación de las licencias en la Conatel, también afectaron a los ingresos de la compañía.
“Es una pérdida bastante grande. De esos G. 150.000 millones de pérdidas más o menos, porque el balance recién se está cerrando, hay G. 41.000 millones que corresponden al pago que le hicimos a la Conatel por la concesión nuestra del servicio de telefonía básica, que volvemos a tener por 20 años más. Esto impactó dentro del balance”, resaltó Vallese.
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Al mismo tiempo, manifestó que también se pagó cerca G. 10.000 millones por la deuda histórica al Japan Bank, “que se viene arrastrando desde hace 20 años” y que “todavía se deben pagar dos cuotas este año y una más el siguiente año”. Señaló además que a esto se debe sumar casi cerca de G. 36 mil millones que corresponden a “depreciaciones de activos y deferencia cambiaría”.
“Si se sacan estos pagos, se tiene una pérdida de G. 50.000 millones del año pasado en el balance, que tiene su explicación, porque se viene arrastrando toda la pérdida de la pandemia, aunque la gente diga que es mentira, muchas empresas están en una situación pésima en el país”, acotó.