En comunicación con ABC Cardinal este viernes, el viceministro de Tributación, Óscar Orué, reiteró que la normalización del impuesto selectivo al consumo para los importadores de combustibles luego de casi un año de reducción no debería tener incidencia en los precios para el consumidor final, aunque señaló que los emblemas tienen la libertad de cambiar sus precios a voluntad.
En febrero de 2022, la Secretaría de Tributación redujo en un 4 y un 10% el impuesto selectivo para las naftas catalítica y virgen, respectivamente, y en G. 250 por litro el impuesto al diésel.
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Sin embargo, Tributación anunció recientemente que el cobro del impuesto selectivo para naftas volvería al nivel previo a la reducción de febrero y que la reducción para diésel pasaría a ser de solo G. 125 por litro.
Este viernes, Petropar anunció un aumento de G. 300 por litro en su diésel común.
El viceministro Orué señaló que los precios internacionales de combustibles están en descenso, lo que hace inferir que no se justifica un aumento en los precios para el consumidor final aun con la normalización del impuesto selectivo, pero señaló que los precios no se pueden fijar en un libre mercado, por lo que finalmente las variaciones de los precios se hacen a voluntad de los emblemas.
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“La realidad es que los precios internacionales bajaron”, insistió.
El viceministro Orué señaló además que normalmente los emblemas basan sus precios en los costos a los que adquirieron el combustible, indicando que los lotes actuales con que cuentan los distribuidores habrían sido comprados con la reducción del impuesto aún vigente.