Este sistema de vigilancia se instaló en coincidencia con el ingreso del nuevo asesor jurídico de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Carlos Huespe, quien reemplazó al declarado por el gobierno de Estados Unidos como significativamente corrupto, Juan Carlos Duarte.
Asimismo, esto se da justo antes de las elecciones partidarias, que se realizan mañana. “El grabar en el recinto laboral es nuevo. Es lesivo para los trabajadores, invasivo, extraño y suspicaz, que en puertas de unas internas agudicen los controles, con el objetivo de amedrentar a los funcionarios para no hacer comentarios internos ni externos”, señaló una fuente de la EBY.
Agregó además que los funcionarios están permanentemente observados y expuestos a represalias si expresan su opinión personal divergente a la de la administración actual.
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“Estas cámaras no solo captan imágenes, sino audios de potente nitidez. Me siento lesionado en mi derecho a la intimidad y libertad de expresión”, añadió.
La fuente, quien pidió el resguardo de su identidad por temor a represalias del director paraguayo Nicanor Duarte Frutos, reiteró su malestar por esta situación que en este contexto de internas partidarias. “Prácticamente se generó una cacería de brujas luego de la filtración de documentos internos”, añadió, refiriéndose a la divulgación de los recibos de salarios, donde se ven los altísimos ingresos que perciben los funcionarios de dicha institución, entre ellos gente que apenas terminó la secundaria y ostentan cargos de jefaturas o dirección.
“La filtración fue de funcionarios que están disconformes con lo que pasa aquí, y eso desató una suerte de cacería de brujas dentro de la entidad”, indicó.
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Contó además que los funcionarios de la EBY que están comisionados a otras instituciones y que quieran acceder a su extracto de salario, indefectiblemente deben ir hasta la entidad y enrolarse en una máquina de la entidad que está codificada y es rastreable.
“Se instaló una cultura de amedrentamiento, espionaje y de censura porque hay un castigo que es de baja intensidad, que es la exclusión de todo proceso de mejoras salariales. Esa suerte de amedrentamiento en la entidad en coincidencia con las internas es que quieren instalar, el temor, y nadie quiere hablar porque no quieren perder su trabajo. Además, te obligan a militar política y partidariamente por el sector oficialista porque sino lo hacés, estás marcado y sos sospechoso de filtrar documentos públicos a la prensa”, puntualizó.