El mercado eléctrico paraguayo, el que menos aporta a la cobertura del consumo de energéticos en nuestro país (18% contra 41% de derivados del petróleo y 41% de la biomasa), en enero de este año alcanzó 2.255.673 MWh, mientras que en setiembre se redujo a 1.339.030 MWh, de acuerdo con los registros del Viceministerio de Minas y Energía.
¿A qué factores deben imputarse estos cambiantes paisajes en la curva de demanda de energía eléctrica en nuestro país? El principal, sin dudas, se relaciona con la temporada en que se registran estas tasas de consumo.
La demanda de los tres primeros meses del año, con demandas que oscilan entre 1.784.040 MWh (marzo) y 2.255.673 MWh (enero) coinciden plenamente con el caluroso verano paraguayo; mientras que la depresión en la curva comienza en abril y se prolonga hasta octubre, o sea durante el otoño, todo el invierno y parte de la primavera.
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No obstante, si corremos esa cortina, una operación aparentemente simple, otra conclusión, no muy complicada, se impone: la demanda de energía eléctrica sigue dependiendo fundamentalmente de las necesidades de la categoría Residencial, con elevados niveles de utilización de aparatos acondicionadores de aire en verano, hecho que dispara el consumo paraguayo de energía eléctrica, para caer luego a niveles menos inquietantes en el resto del año.
El 88% de las facturaciones de la ANDE a la categoría residencial
En el período comprendido entre 2001 y el 2021, entre los grupos a los que la ANDE facturó su consumo, según la Compilación Estadística 2001/2021 de la empresa eléctrica estatal, se destacaba el que correspondía al renglón Residencial, con el 87,8% del total en 2021. Por consiguiente, el resto (12,2%) correspondió a la categoría Industrial, a Otros y grupo Gubernamental.
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En noviembre de este año se observa un recuperación de la demanda (1.630.380 MWh), que alcanzó el 72,3% de la de enero último, pero menos impetuoso que la que se apuntó en el mismo mes de 2021, cuando el consumo alcanzó 1.717.885 MWh. La causa debe endilgarse también al calor, cuyas elevadas olas obligaron a los usuarios de la estatal a protegerse mucho antes que en el verano pasado.
El pico de potencia que registró la empresa eléctrica del viernes 9 de este mes, a las 13:50, de 4.270 MW, superior en casi 2% al apuntado el 17 de enero último, así lo demuestra. Sin embargo, el rasgo distintivo de esa demanda lejos aún de cambiar se acentúa y no precisamente debido al mayor consumo industrial, sino a las exigencias del sector Residencial.