La Industria Nacional del Cemento (INC) nuevamente tendrá que cancelar la licitación que publicó para la compra de “pet coke”, porque ningún oferente cotizó en la subasta a la baja electrónica para la adquisición del producto. El “pet coke” o coque de petróleo es el principal combustible que se utiliza en el horno de la planta de Vallemí (Concepción) para la producción de clínker, que es el insumo principal del cemento.
El monto de referencia de la convocatoria es de G. 97.293.810.000 y es para la compra de 30.000 toneladas de coque, que es el precio más caro que la estatal estimó para adquirir el combustible (G. 3.243.127 por tonelada).
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Vale señalar que la estatal viene cancelando varios llamados para la compra del combustible, porque no hay firmas interesadas en ofertar. La última adjudicación de la cartera para la adquisición de este producto fue a través de una licitación por vía de la excepción, que se concretó en octubre último.
En este caso, la cementera pública contrató a la firma Yguazú Cementos, su competencia directa en el mercado nacional para la provisión de 8.000 toneladas de coque por G. 27.280 millones, es decir, a un precio de G. 3.410.000 por tonelada, que es la cotización más cara que está pagando la estatal desde que comenzó a utilizar este combustible (ver infografía).
Ya no tiene coque y no se sabe cómo va a producir
Según los datos, la estatal ya agotó la cantidad de coque que compró de Yguazú Cementos y no se sabe cómo conseguirá el producto tras la falta de oferentes de la última licitación. Sin este combustible, la cementera no puede generar clínker, que es el insumo principal del cemento. Esa consulta la trasladamos al titular de la estatal, Ernesto Benítez, pero como es habitual, el alto funcionario se niega a responder las consultas de este diario.
Lo concreto es que la administración de Benítez estaba comprando petcoke a precio bastante elevado y además de esto la INC se está encargando de transportar el combustible por vía terrestre desde el depósito de Yguazú Cementos de Villa Hayes hasta la planta de Vallemí, lo que hace que el precio final del producto sea mucho más caro. Para este traslado, la empresa pública está contratando flete terrestre también por montos millonarios.
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Recordemos que lo máximo que venía pagando la INC por la compra del coque era de G. 1.421.068 por tonelada hasta el 2020 y el año pasado el precio trepó a G. 2.110.500 y G. 3.100.345 por tonelada. En todas estas compras las firmas adjudicadas debían entregar el combustible en Vallemí. Benítez no explica las razones del elevado costo que está asumiendo por este combustible.
Sin embargo, en este último contrato con Yguazú, la estatal está pagando G. 3.410.000 por tonelada y, a parte de eso, también asume el costo del traslado del producto hasta Vallemí.
Estatal debía ahorrar tras millonaria inversión
La INC invirtió parte de los US$ 80 millones provenientes de una colocación de bonos soberanos durante el Gobierno de Horacio Cartes para cambiar el sistema de combustión del horno de Vallemí, para que se pueda usar coque de petróleo en vez de fuel oíl, de manera a generar un importante “ahorro” a la empresa pública.
Esto porque supuestamente el coque costaba 10 veces menos que el fuel oíl, lo que hoy está lejos de la realidad, ya que el precio de dicho combustible aumentó para la cementera pública desde que comenzó a utilizarlo en el 2018.