Con respecto a la calificación de la Cepal, que señala a nuestro país como uno de los que menos va a crecer en la región, el economista César Barreto mencionó que la economía cambió en nuestro país a principios de año, cuando se materializó la sequía que impactó en la cosecha de soja como nunca.
Debido a que este es un rubro muy importante para el funcionamiento de la economía de nuestro país, eso golpeó a su vez en la inflación y a los consumidores en general, que tuvieron que bajar sus niveles de consumo todo el primer semestre.
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Efecto de la sequía es difícil de revertir
El economista dijo que es muy difícil revertir el efecto de la sequía, y que además se está estimando una caída del producto interno bruto (PIB) este año a un poco menos del 1 % probablemente.
Según el experto, fue una serie de cosas que pasaron en esta primera mitad del año, y todas fueron de impacto negativo en la economía.
“Es un año difícil. Uno puede estar haciendo todo bien pero interviene una sequía como la que tuvimos, y ya determina lo que va a pasar en la economía en general”, indicó Barreto.
Efecto pospandemia en la economía paraguaya
Con respecto a la inflación, señaló que claramente es un efecto pospandemia en todo el mundo, y a nivel local también nos afecta a nosotros.
“Se tiene que licuar un poco toda la plata que se inyectó entre el 2020 y el 2021 y eso se da con precios más altos. Es un año en el que se está reequilibrando nuevamente todo, y veremos como continua en adelante”, dijo.
Resaltó que la situación económica depende mucho de nuestro clima. “Si tenemos buena lluvia en la siguiente zafra, es muy probable que tengamos un rebote en la economía el próximo año. Ojalá ocurra eso porque en dos años de sequía fuerte, el impacto será mucho más profundo”, advirtió el economista César Barreto.
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Préstamos nos condicionan
Subrayó que los préstamos que hicimos en pandemia nos condicionan, ya que el Estado gastó muchísimo dinero.
“Salirse de un gasto tan fuerte como el del 2020 nos obliga a reducir gastos en el 2021 y 2022, y eso impacta. Era un dinero que estaba entrando a la economía y generando movimientos en forma artificial. Era una inyección de gastos sin contrapartida en la producción de manera directa”, resaltó el especialista.
Como solución propuso que el Estado debe corregir sus gastos, reducir el déficit, y eso “profundiza el impacto de la sequía antes que contrapesarlo”.
Economía necesita algo que no se le puede dar
Lo malo es que esta corrección de excesos es necesaria justo cuando la economía tiene una sequía y requería otra cosa.
“La política pública no tiene capacidad de reacción para enfrentar lo que ocurrió. Yo prefiero que hagamos correcciones de finanzas públicas y emisión monetaria, por más que sea un año difícil por sequía, porque si no las hacemos podemos trasladar los efectos de la pandemia a más años hacia adelante. Eso seria muy peligroso”, advirtió el economista.
Agregó que también influye en este peligro de debacle financiera la campaña electoral que también impactará en los próximos meses.
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Ahora bien, en referencia al Presupuesto General de la Nación, alertó que si se le agregan gastos como aumentos salariales a funcionarios, se podrían desbordar las finanzas públicas.
“Este presupuesto es muy crítico. Hay que volver a los límites de la ley de responsabilidad fiscal, que llevamos cinco años sin cumplir”, señaló Barreto.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) prevé que la economía local será una de las que menos crecerán este año, con apenas 0,2% de expansión. Advirtió, igualmente, que la economía regional (2,7%) se ve limitada por las presiones inflacionarias, la caída de la inversión y bajo nivel en creación de empleos.