Varios gremios empresariales coincidieron en criticar a las autoridades que decidieron el aumento de la deuda pública, que ahora asciende a US$ 14.374 millones. Ese monto representa un 35% del Producto Interno Bruto (PIB), conforme al reciente reporte del Ministerio de Hacienda (MH), cuyo ministro es Óscar Llamosas.
Cristian Lozano, representante del gremio que aglutina a micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) del rubro eventos, observó que la deuda pública crece pero que estos incrementos no se traducen en una mejora de la microeconomía; es decir, no se notan progresos en la economía familiar.
“Se toman deudas para pagar otras deudas, intereses u obras que benefician a grandes empresas. No vemos que haya un plan del Gobierno para atender a mipymes, que son el 90% de las empresas del país y las que más generan empleos. No tiene sentido que haya más deudas porque ese dinero no está llegando a la microeconomía. Tenemos compañías más debilitadas y es el sector que finalmente va a pagar con un dinero que ni siquiera está generando”, reflexionó.
Lea más: Almaceneros registran caídas en ventas
Lamentó que el Congreso Nacional había aprobado una ley de fideicomiso de US$ 20 millones para las mipymes de los rubros eventos, gastronomía, entretenimientos y turismo, para créditos blandos como parte del plan de reactivación económica, ejecutado por el Banco Nacional de Fomento (BNF). Esa ley se promulgó hace meses pero “a la hora de la verdad”, existe una excesiva burocracia y finalmente los potenciales destinatarios e interesados no logran acceder a dichos créditos, dijo. “Parece que quieren destinar para otros fines o sólo dar a algunos amigos”, estimó.
Calidad del gasto
Daniel Díaz de Vivar, de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), apuntó a otras de las debilidades del Estado: la calidad del gasto público. “Hay que mejorar la calidad del gasto público. Tiene un montón de inmuebles sin darle uso y empresas públicas deficitarias. Por ejemplo, la Marina Mercante, Fepasa y otros, sólo generan cada vez más gastos sin retribución alguna”, señaló.
El empresario recordó que en pandemia aumentó la deuda por circunstancias excepcionales, pero recalcó que “otra cosa es sobredimensionar el Estado”. “Deudas para inversiones sí se justifican porque impactan en el PIB, generan empleo y dinamizan la economía, pero más deudas para más tener más funcionarios y pagar salarios y sucesivos aumentos, no”, puntualizó.
Lea más: Mipymes percibe que hay más informalidad que antes de la pandemia
Por su parte, Enrique Duarte, presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), lamentó que solo el 10% del presupuesto está destinado al sector servicios. Consideró que es poco, porque la economía del país está estancada. También recordó que la deuda aumentó debido a la pandemia, y que no se dieron las condiciones para una recuperación, y en vez de ir saldando, sólo crece ese porcentaje (que hoy llega al 35% del PIB).
Sin embargo, recalcó que de todos modos, y considerando el contexto social, económico y político, no es momento para hacer populismo, y citó el caso de una eventual aprobación de los US$ 940 millones de indemnización que piden ex obreros de contratistas de Itaipu Binacional. Como este, hay varios proyectos de leyes en el Congreso que implicarían, de aprobarse, mayor gasto público y menor ingreso del Fisco.
Transparentar gastos
Eugenio Caje, de la de la Asociación de Importadores y Comerciantes del Paraguay (Asimcopar), indicó que el gremio tiene dos puntos de vista con relación a la deuda pública. Por un lado, indicó que no hay manera de realizar una obra de infraestructura sin tomar créditos de organismos internacionales, “por lo que depende cuánto del endeudamiento está puesto en obras de infraestructura”, recalcó. No obstante, consideró que la transparencia es clave, para informar sobre el destino y la ejecución de los fondos, porque deuda se adquiere con facilidad pero la ejecución es algo que debe ser permanentemente auditada.
Lea más: Aumentaron casos de robos bagatelarios y de descuidistas en multitiendas
Por el otro lado, indicó la necesidad de conocer detalles de las deudas contraídas para hacer frente al impacto de la pandemia del Covid-19. “Por supuesto que ha sido de gran utilidad el acceso al crédito que tuvo el Paraguay durante la pandemia, pero insistimos que es fundamental saber el estado del gasto. Toda deuda tomada no puede ser usada en gasto corriente, para nosotros sería fundamental que se informe cómo y dónde fueron destinados los fondos”, sostuvo.