En la calle Francis Morices, en el barrio Villa Aurelia, un bache crece con el paso de los días. El empedrado se hunde y se forma un charco de agua que luego corre calle abajo, ensuciando toda la zona.
El origen es un caño subterráneo de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay S.A. (Essap).
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Con el correr de los días, el hundimiento del empedrado aumenta y por eso los vecinos tomaron intervención. Colocaron unas grandes piedras con palos, para advertir a los automovilistas del peligro que corren si deciden atravesar el charco de agua.
La Essap, sin embargo, no ha tomado ninguna medida.