El dramático descenso de los ríos Paraguay y Paraná continuaría al menos hasta octubre, según las proyecciones que maneja el Departamento de Navegación de la Comisión Mixta del Río Paraná.
Su titular, Luis Jara, señaló que esto corresponde a un periodo de aguas bajas que se instaló en la región, pero que en el caso del río Paraguay se trata de una bajante extrema.
Solo en Asunción, el río viene cayendo en un promedio de entre 2 y 3 centímetros por día y actualmente se encuentra a escasos 12 centímetros de su mínimo histórico, con 63 centímetros por debajo del cero hidrométrico.
A este ritmo, no se descarta que se pueda rebasar la marca mínima (-0,75 metros) en la próxima semana. Jara explicó que las direcciones de Meteorología de Paraguay, Argentina y Brasil coinciden en señalar las pocas perspectivas de mejoría.
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Bajante de los ríos: periodo de aguas bajas
El jefe del Departamento de Navegación de la Comisión Mixta del Río Paraná, Luis Jara, explicó que este periodo de aguas bajas está presente en nuestro país desde 2019 y que el año pasado se tuvo en la región un fenómeno de La Niña que no afectó a la cuenca del río Paraguay.
“Sí (afectó) a una parte del río Paraná, pero que no ayudó a levantar los niveles ni los caudales. En la zona del pantanal hace como 5 años que no se está recibiendo la cantidad suficiente de agua para que pueda el río Paraguay tener una recuperación total”, explicó.
“El año pasado, de octubre a febrero, que suele ser la época de lluvias en el pantanal, no se tuvieron acumulados importantes, por lo que se está registrando nuevamente esta bajante, y tampoco las lluvias a lo largo de la cuenca son suficientes para mantener un nivel alto del río”, añadió.
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Aguas bajas extremas
El ingeniero explicó que, si bien los ríos tienen normalmente periodos de aguas bajas y altas, la actual situación del Paraguay es extrema. “El último periodo de aguas bajas que tuvimos en el río Paraguay fue desde el año 2001 al 2013, pero no alcanzaron estos niveles”, explicó.
Agregó que desde 2014 hasta el 2019 se tuvo un periodo de aguas medias altas y que desde entonces hemos tenido bajas, que se volvieron extremas y que en el caso de la navegación ya supera la capacidad de los dragados.
“Los dragados que se tuvieron están ayudando, están permitiendo aún que no se corte la navegación, pero va a llegar un momento en el que sí vamos a tener cortes en ciertos tramos”, expresó.
Esto, además, afectaría a la vida silvestre y a la vida humana que gira en torno a los ríos, tanto para la alimentación como para la obtención de agua, teniendo en cuenta que estas condiciones afectan también a los ríos internos y arroyos.