La nave llegó a la Tierra después de tres meses en los que debido a los problemas técnicos tuvo que regresar sin sus dos tripulantes, los astronautas Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams, que retornarán en febrero en una nave de SpaceX. La que fuera la primera misión tripulada de Boeing, empresa que con este viaje busca la certificación oficial de la Starliner, terminó los primeros minutos del sábado con la caída de la cápsula desocupada en el desierto.
El viaje hacia Nuevo México (EE.UU.) supone el fin de la accidentada misión de prueba de la cápsula, que de una estancia planeada de ocho días en la EEI finalmente volvió al cabo de tres meses, tras una serie de problemas con el sistema de propulsión y fugas de helio.
La Starliner se desacopló con éxito del laboratorio orbital a las 18:04 hora local (22:04 GMT) del viernes y llegó a Nuevo México a las 00:01 hora local (04:01 GMT) del sábado. Tras separarse suavemente de la EEI, la nave efectuó una secuencia programada de 12 encendidos cortos de propulsión que la lanzó lejos de la estación, tal como estaba planeado, y llegó a la denominada “zona de seguridad” para después realizar otros encendidos sin problemas.
Steve Stich, directivo del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, expresó esta semana que las fugas de helio en la nave posiblemente están vinculadas a la corrosión de unos sellos. El directivo defendió que durante la misión tripulada de prueba, llamada CFT (Crew Flight Test), muchas partes del vuelo transcurrieron muy bien y que no cree que sea necesario un nuevo diseño para el sistema de propulsores.
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