No obstante, la mayor área destruida por las llamas se registró en el Cerrado, un ecosistema de sabana tropical situado al sur de la selva amazónica, que concentró el 44% de la superficie quemada en el país en las últimas cuatro décadas.
Según la coordinadora de MapBiomas Fuego, Anne Alencar, la Amazonía tiene un " riesgo elevado " por los incendios, pues su vegetación no está adaptada al fuego, " lo que empeora el nivel de degradación ambiental " .
Para el caso del Cerrado, los expertos de la plataforma señalan que si bien es un ecosistema donde el fuego es un componente natural, el aumento de la deforestación y la expansión agropecuaria han incrementado los incendios.
Los incendios han afectado más aún al Pantanal, un humedal rico en fauna y flora compartido por Brasil, Paraguay y Bolivia, donde actualmente hay decenas de fuegos activos a pesar de ser época húmeda.
Afectación de la biomasa
Las llamas arrasaron el 59,2% de la superficie del humedal en territorio brasileño desde 1985, lo que convierten al Pantanal en el bioma con más área destruida del país.
El estudio señala que en los últimos 39 años fueron devastadas 199 millones de hectáreas al menos una vez en el país, lo que equivale a una cuarta parte de toda la superficie del país.
La vegetación nativa ha sido la más afectada, con más de dos tercios de especies nativas destruidas, mientras que el resto ocurrió en pastizales y de cultivos.