Félix de Azara consignó, en el manuscrito, sobre el nombre que le refirieron de esta ave:
“Pepoasa quiere decir ala atravesada, y el hu (negro) es adjetivo para distinguirlo del otro Pepoasa, que es muy diferente de éste; lo que manifiesta mucha impropiedad en el nombre, que yo le conservo porque no quiero darle otros que los que tienen aquí, más bien pudiera llamarse esta ave Iruperó hu”.
En sus Apuntamientos anotó que en el Río de la Plata suelen llamar a los de esta especie Pico de plata porque “mirado a alguna distancia, parece que su pico es blanco o de plata”. Bertoni la catalogó como Pico de plata.
Nuestro naturalista no precisó dónde, de qué manera, o cuándo mató al macho que describió. En sus Apuntamientos describió al macho y a las hembras, de los que dijo vio varios, así como que el Pico de Plata:
“Se halla en todas estas partes, y es estacionario sin abundar”.
Nomenclatura
Sonnini manifestó que no se tomaría la molestia de desmentir a Azara sobre el engaño que le atribuyó, el de haber informado falsamente a Buffon que el Bec d’argent (Ramphocelus carbo) tenía una plancha plateada a continuación o como parte del pico -que según Azara era propio de su Pico de Plata, pero no como parte del pico sino del párpado-, y de haber aplicado a otro pájaro tal carácter -que correspondía al que describió como Había rojiza (Habia rubica)-, por ser muy conocido el Bec d’argent (Ramphocelus carbo); y que, creía, que Azara había acertado al comparar su Pico de Plata con el Clignot o Traquet a lunettes (Hymenops perspicillatus) que Commerson había visto en Montevideo. Sostuvo, además, que el Surirí chorreado de Azara (o Pico de plata hembra) era de una especie nueva.
Pero, tanto el Pepoazá-hu como el Cola rara pico de plata y el Surirí chorreado, son el Motacilla perspicillata (actualmente Hymenops perspicillatus) descrito en 1789 por Gmelin, en su edición del Systema Naturae (1, pt. 2, p. 969).
El epíteto que identifica a esta especie pertenece a la palabra latina perspicillatus/con anteojos, de acuerdo con la descripción del citado Clignot o Traquet a lunettes de Buffon (el que Commerson había visto en Montevideo) según la cual, la piel amarillenta y plegada que este pájaro tiene alrededor de los ojos, da la impresión de que lleva anteojos.
Costumbres
Sobre las costumbres del Sevoi’i guasu comentó Azara:
“Siempre he visto esta ave sola en los cardales y matas, jamás en las ramas altas, y jamás lejos de bañados. Parece que vive de insectos volantes, y no puedo decir otra cosa de sus costumbres”.
En sus Apuntamientos agregó:
“Se halla en todas estas partes, y es estacionario sin abundar. Su habitación y costumbres le acercan mucho a los precedentes [sus Cola rara]; pero se aparta en la cola. El macho es solitario, y solo lo he visto con hembras en tiempo de amor; pero en ocasiones he encontrado hasta seis hembras juntas”