El pájaro campana: gran ausente en la colección de Azara

En el Tarumá: Félix de Azara dejó una narración minuciosa de dos viajes que -en enero y entre mayo y agosto de 1786- realizó a la zona. En ambas ocasiones el recorrido abarcó la Villa de San Pedro de Cuarepotí (actual Villa del Rosario) y los pueblos de indios de la antigua misión jesuítica del Tarumá (San Estanislao y San Joaquín).

Viaje al Tarumá, fragmento de la "Carta reducida de toda la Provincia del Paraguay / Levantada en varios años y concluida en el de 1793 por el Capitán de Navío Don Félix del Azara y los geógrafos en mando". Archivo General Militar de Madrid (PL — PRY-1/2)
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Nuestra ave nacional

El 23 de enero de 1786, en el camino entre San Estanislao y San Joaquín, Azara oyó al Pájaro campana o Guyra póng (Procnias nudicollis), una ausencia notable entre sus 448 especies. En el pasaje respectivo, que corresponde a su primer viaje, se lee:

“oí por la primera vez el famoso pájaro campana cuyo canto suponen equivocadamente con una campana. Yo lo hallé muy distinto, y solo tiene la particularidad de que su canto es monosílabo como un golpe que repite enseguida muchas veces. No lo vi, y dicen que rara vez se consigue esta oportunidad porque habita los bosques espesos, y solitarios, y además es muy esquivo; su tamaño y figura es como el de una Paloma según dicen”.

Importante colección

Azara vio y colectó un número considerable de aves en su segunda ida al Tarumá. En esa ocasión acompañó al Gobernador Pedro Melo de Portugal en una visita administrativa.

Esta visita la había organizado el Gobernador para solucionar algunos inconvenientes y para verificar los adelantos de esa región, con cuyo desarrollo estaba comprometido.

A más de Azara fueron con Melo don Josef Fortunato Arellano (Regidor Diputado de la Capital), don Juan Valeriano Zevallos (Síndico personero) y don Juan Machain.

El viaje

Partieron de Asunción en la mañana del 22 de mayo de 1786, por aguas del río Paraguay, con destino a Cuarepotí.

Con “calma y a remo” llegaron al día siguiente al Peñón (Piquete cué) donde, por ser el viento contrario, desembarcaron para almorzar en la chacra de don Josef Casal. Regresaron luego al Peñón para dormir a bordo.

Como al día siguiente el viento siguió contrario pasaron a tierra y se dirigieron al pueblo de Emboscada.

Ahí el mal tiempo les detuvo dos días, tras lo cual embarcaron nuevamente, pero esta vez en el presidio de Arecutacuá (un poco más al Norte que el anterior).

Un viento calmo los condujo hasta Cuarepotí, donde arribaron en la noche del 31 de mayo (continuará).

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