Nuevas críticas al estudio de The Lancet reavivan polémica sobre la hidroxicloroquina

PARÍS. Decenas de científicos expresaron en una carta abierta su “preocupación” por la metodología empleada en el estudio publicado en la revista The Lancet sobre la hidroxicloroquina, cuyas conclusiones llevaron a la OMS a suspender los ensayos clínicos con esta molécula.

Píldoras de hidroxicloroquina en la farmacia Rock Canyon en Provo, Utah.GEORGE FREY
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La hidroxicloroquina, popularizada desde el principio de la epidemia por el doctor francés Didier Raoult como potencial tratamiento contra la covid-19, es objeto de una creciente controversia a nivel científico y político. El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó tomarla como medida de prevención, mientras que el gobierno brasileño de Jair Bolsonaro la recomienda para tratar a pacientes con síntomas leves, pese a que no existe por ahora un consenso científico sobre su eficacia.

En general, la hidroxicloroquina se prescribe para tratar males como el lupus. El estudio publicado el 22 de mayo en la prestigiosa publicación médica The Lancet, se basa en los datos de unos 96.000 pacientes ingresados entre diciembre y abril en 671 hospitales del mundo y compara la evolución de quienes recibieron este tratamiento y de quienes no. Sus autores concluyeron que la cloroquina, y su derivado, la hidroxicloroquina, no solo no son beneficiosas, sino que además aumentan el riesgo de morir entre los enfermos de la covid-19.

A la luz de ese estudio dirigido por el doctor Mandeep Mehra, director ejecutivo del Brigham and Women’s Hospital Center for Advanced Heart Disease, en Boston, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió suspender temporalmente los ensayos clínicos con hidroxicloroquina en varios países.

También el proyecto europeo Discovery suspendió la inclusión de nuevos pacientes en el ensayo con esta molécula y Francia decidió esta semana prohibir su uso en el hospital, donde hasta ahora podía ser administrada para casos graves.

Pero un número creciente de científicos expresó sus dudas en los últimos días acerca de la fiabilidad del estudio. El impacto de este trabajo “condujo a muchos investigadores en el mundo a examinar minuciosamente la publicación” , escriben los autores de la carta abierta publicada el jueves. “Este examen suscitó a la vez preocupación por la metodología y por la integridad de los datos” , subrayan, detallando una larga lista de puntos problemáticos, desde el rechazo de los autores a dar acceso a la información de base a la ausencia de un “examen ético”.

Los datos proceden de Surgisphere, una empresa de análisis de datos de salud basada en Estados Unidos. Según The Guardian, su presidente, Sapan Desai, reconoció haber clasificado por error 73 muertes en Australia, cuando deberían haber sido contadas en Asia. Debido a la “considerable inquietud” que el estudio provocó “entre pacientes y participantes” en los ensayos clínicos, los firmantes de la carta llaman a la OMS o a otra institución “independiente y respetada” a crear un grupo encargado de analizar de forma independiente las conclusiones de este trabajo.

Interrogada al respecto, la OMS señaló el viernes que la suspensión de los ensayos es solo “temporal” y que sus expertos darán su “opinión final” sobre la hidroxicloroquina tras examinar otros elementos, probablemente a mediados de junio. Por su parte, The Lancet indicó a la AFP haber transmitido todas estas interrogaciones a los autores del estudio. “Trabajan para responder a los problemas destacados” , señaló.

¿Golpe a la confianza?

Entre los firmantes de la carta abierta, destacan médicos e investigadores de todo el mundo, desde Harvard hasta el Imperial College de Londres. “Tengo serias dudas sobre los beneficios de un tratamiento con cloroquina/hidroxicloroquina contra la covid-19 (...) pero no podemos cuestionar la integridad de una investigación solo cuando esta no coincide con nuestras ideas preconcebidas”, dijo en Twitter el doctor François Balloux, del University College de Londres.

También firma la carta abierta Philippe Parola, colaborador del doctor Raoult. “’Este no es el final, no es ni siquiera el principio del final. Puede ser el final del principio’... de la guerra contra la cloroquina”, reaccionó en Twitter el doctor Raoult, citando la frase de Winston Churchill.

Otros científicos expresaron su preocupación por el impacto que esta controversia puede tener para la ciencia, mediante las etiquetas : “#Lancetgate” (“Escándalo Lancet”) y “#whats—with—hcq—lancet—paper” (“¿Qué pasa con el artículo sobre la hidroxicloroquina de Lancet?”). "Si (el estudio) es un fraude, esto afectará la confianza en los científicos de forma duradera”, afirmó el doctor Gilbert Deray, del hospital parisino de la Pitié-Salpêtrière.

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