Los denominados “ terraplanistas ” quieren ahora salir de la burbuja digital, donde sus seguidores se cuentan por miles, y difundir su fe en una convención nacional que se celebrará el próximo 10 de noviembre en Sao Paulo, la primera de este tipo en Brasil.
Hasta el filósofo Olavo de Carvalho, gurú del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha mostrado cierta simpatía con este movimiento al afirmar en un tuit que, “ hasta ahora ” , no ha encontrado “ nada que los contradiga ” . La bautizada como “ Flat Con ” será una jornada de conferencias, sin científicos, pero llena de ‘youtubers’ dispuestos a convencer a los asistentes de que el planeta es más plano que un disco de vinilo.
Eso sí previo pago de una entrada de 80 o 110 reales (20 o 27 dólares) . Las más baratos ya se han agotado. Hasta ahora se han apuntado 300 personas, lo que ha obligado a los organizadores a cambiar el local de la convención a uno mayor.
Finalmente, se reunirán en el auditorio del colegio católico María Inmaculada, en el centro de la capital paulista. Ese 7 % estimado de terraplanistas en Brasil, recogido en una encuesta divulgada este año por el Instituto Datafolha a partir de 2.086 entrevistas en 103 ciudades, incluso sube unos puntos más entre la población menos escolarizada (10 %) .
Otro sondeo, también de Datafolha, indicó que uno de cada cuatro brasileños (26 %) no cree que el hombre haya pisado la Luna. No les convence ni haber tenido en el espacio a un compatriota como Marcos Pontes, actual ministro de Ciencia y Tecnología y quien dice que el tema del ‘terraplanismo’ es una “ bobada ” porque él vio la Tierra bien redonda.
El resultado, sin embargo, es similar al de Estados Unidos, donde otro sondeo de la consultoría YouGov mostró que un 2 % está convencido de que es plana y otro 5 % tienen dudas de que sea redonda. Jean Ricardo Gonçalves dice que se convirtió al terraplanismo en 2015.
Este brasileño de 44 años, es periodista, promotor de eventos y el organizador de la “ Flat Con ” . ¿Qué tanto por ciento está convencido? “ Hoy 100 % ” , sentencia en una conversación telefónica con Efe. Tiene un canal de YouTube desde marzo de este año y ya suma casi 8.200 suscriptores, y una página de Facebook con cerca de 20.000 seguidores. Asegura que existen “ más de 200 pruebas ” a favor de su tesis. “La Tierra es plana y estacionaria. El Sol y la Luna están dentro de nuestra atmósfera”, apunta.
Según él, por encima están los otros planetas -esos sí esféricos, dice, pero sin tierra firme donde pisar-, las estrellas y lo que llama como “ aguas externas, que la ciencia habla que es el espacio, pero en realidad es agua, tanto es así que los astronautas entrenan en piscinas ” , añade. Uno de los conferenciantes de la ‘Flat Con’ será el empresario Gilberto Assef, de 40 años y quien garantiza que la Tierra “ no es una bola mojada giratoria ” porque, según él, “ el horizonte siempre es plano ” .
“No existe ninguna foto del globo terrestre, todas son producidas en computador ” , comenta. Su teoría, sin embargo, es derribada por la ciencia. Roberto Dias da Costa es profesor desde hace 32 años en el Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Sao Paulo (USP) y cree que ese fervor terraplanista “ es una moda ” sostenida por argumentos “ infantiles”. “Tengo la impresión de que es un tema no para ser estudiado por astrónomos y sí por psicólogos y sociólogos, en el sentido de que a las personas les gusta pertenecer a grupos, comunidades, a cofradías que dominan secretos ocultos”, indica.
Sus alumnos le preguntan con frecuencia cuál es la mejor respuesta para enterrar este debate sinsentido y él siempre les cuenta “el argumento griego, vigente desde hace 2.500 años” y que se basa en la sombra que proyecta la Tierra en la Luna durante un eclipse lunar. “Si la Tierra no fuera redonda la sombra proyectada en la Luna tendría otra forma, sería una línea, una barra, pero no, la sombra es siempre redonda, por lo tanto la Tierra es redonda”, resuelve.
Pero hay más. “Las personas dicen: ‘El muro del fin de la Tierra está en la Antártida’. Hubo expediciones que fueron hasta la Antártida y no tuvieron ningún problema, ni se encontraron con ningún muro”. Y sigue: “Cualquier persona que ha ido en un avión comercial a una altura de hasta 11.000 metros por encima del nivel del mar, verá la curvatura de la Tierra”.
Para él, el mejor antídoto contra estas ideas es “tener contacto con la ciencia” porque, a su juicio, es “ libertadora ” .