La lógica totalitaria

En estos días de intensa campaña hemos utilizado terminología desafiante para despertar la imaginación de la ciudadanía. A riesgo de ser malinterpretados, hablamos de “barrer con este parlamento” y convocamos a terminar con la vieja política. También hicimos referencia a la partidocracia que nos domina sin resultados positivos hace más de 100 años. Y para rematar propusimos pensar en la revocatoria de mandato como parte de una futura reforma constitucional.

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Parece mucho, pero en realidad es apenas una parte de lo mucho que nos demanda la gente para sentirse nuevamente convocada por la política. Es tal el descreimiento de la población que en verdad el mayor enemigo el 21 de abril podría terminar siendo el ausentismo, la apatía. Ese drama que después deriva en problemas graves de representatividad y de carencia de legitimidad de los gobernantes.
 
Entre tanto desde distintos sectores comenzaron los ataques de campaña hacia nuestra opción política electoral. Nuestros compañeros progresistas nos achacan sus propios fracasos cuestionando que nos convoquen a debates por tener mejor intención de voto. Una falta de autocrítica brutal en la que el culpable siempre es el otro.
 
Y desde el sector manejado por la cúpula liberal, ya comienzan a hacerse sentir quienes nos acusan de ser funcionales a Cartes e insinúan incluso algún arreglo sospechoso con los colorados. Es que el ladrón juzga por sus propios actos y solamente pueden razonar con la lógica permanente de la trampa y el arreglo entre cuatro paredes. Método por cierto hábilmente utilizado para hacerse con el poder temporal desde el 22 de junio del año pasado.
 
Sólo que en este último caso y con esa manera de pensar los dirigentes liberales, encabezando una alianza tan débil, terminarán acusando a todos los que no están con ellos (nada más y nada menos que otras 9 chapas presidenciales) de vendidos al oro de Cartes. Un razonamiento parecido al que hacen cuando dicen que Federico Franco es el único presidente que actuó correctamente al no asistir a los funerales de Hugo Chávez, habiéndose equivocado todos los demás, incluyendo sus admirados Piñera y Santos.
 
Entrando en la recta final de campaña la lógica totalitaria, -aquella que solo admite como verdadera únicamente SU percepción de la realidad-, parece imperar en varias candidaturas en pugna. Una pena, porque mientras tanto en Avanza País nos disponemos a dar la más dura de las batallas el 21 de abril, para barrer de una vez por todas con la vieja política paraguaya. Y en esa gran empresa estamos seguros que seremos mayoría.
 
Mario Ferreiro
 
Asunción, 11 de marzo de 2013

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