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Es normal que existan diferencias entre varios grupos que buscan un mismo objetivo, ya que cada uno tiene una perspectiva y una forma diferente de llegar a esa meta común. Pero, cuando los problemas son constantes y las organizaciones se dedican a atacarse antes que a luchar juntas por lograr lo estipulado, la situación se vuelve negativa y se deja de lado la esencia de la lucha.
Los estudiantes secundarios prevén realizar la tercera Marcha Nacional de Colegios Públicos y Privados (MNCPP), una actividad que nació en el 2015 dentro del colegio Cristo Rey. Este año, dicha marcha se realizará en el presente mes, pero en dos diferentes fechas. La Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes) marchará el martes 29 de agosto, mientras que la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy) hará su propia MNCPP el viernes 25 de agosto.
¿Cuándo se ha visto esto? Dos grupos que luchan y piden a gritos una mejor educación no son capaces de coordinar y marchar juntos, por la estúpida rivalidad que existe entre dichas organizaciones y el fanatismo de muchos de sus dirigentes e integrantes. La lucha estudiantil debe ser solamente una; pueden existir varios frentes que luchen, pero el reclamo siempre es el mismo.
Realizar dos marchas distintas por un mismo objetivo con solo tres días de diferencia es algo que no aporta cosas positivas. Al realizar una sola actividad uniendo a todos los alumnos y colegios se tendrá más convocatoria que haciéndose por separado. Los líderes de la Fenaes y de la Unepy deberían buscar el diálogo para superar las diferencias que tienen y ser solo una fuerza que sale a las calles y clama por una mejor educación.
En su fanpage del Facebook, la Unepy acusa a la Fenaes de tener una actitud aislacionista y arrogante; además, dice que ya han intentado hacer recapacitar a los compañeros de dicho gremio. Es negativo ver esas acusaciones y saber que los jóvenes no pueden trabajar en conjunto por tener ideas diferentes.
La lucha es continua, cierto, pero esa batalla va a seguir por años si hoy no se pueden superar las diferencias entre los propios estudiantes. Es cierto, los jóvenes secundarios ya han logrado varios de sus objetivos, pero eso no significa que todo esté resuelto. Si uno quiere lograr grandes cosas y cambiar al país, debe aprender a trabajar en equipo y a superar la torpe rivalidad que se ha armado entre quienes batallan por el mismo anhelo y deberían ir por el mismo camino.
Por Brian Cáceres Verón (18 años)