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El arte de la risa es el motor ideal para que tu día pase de un lunero a un after office de viernes. No obstante, lo que se supone que es divertido para muchos, para otros resulta ofensivo y agresivo.
Muchos crecimos viendo al inmortal “Chespirtito” con las tonterías tiernas del “Chavo del 8” y el heroísmo del “Chapulín Colorado”, que entraba en acción con bloopers. Mientras te divertías con estos cracks del humor, tal vez recuerdes cuando tus padres se mataban de risa con los chistes de doble sentido de Carlitos Vera y no entendías un pepino.
Ya en nuestra adolescencia, nos familiarizamos con destacados cómicos internacionales como Eugenio Derbez, Jim Carrey y Adam Sandler, entre otros. Todos ellos se caracterizan por un estilo humorístico que abrazan en su carrera artística y lo manifiestan con talento.
Si hablamos de las bromas ausentes de groserías y vulgaridades, nos referimos al humor blanco. “El Chavo” es uno de los programas que se destacó por ese estilo, así como también, los dibujos animados de la compañía Disney. Juegos de palabras, bromas infantiles y chistes de personajes como “Jaimito” son características destacadas de este tipo de comedia.
Por su parte, el humor verde satiriza la sexualidad y está cargado de bromas de doble sentido, por lo que es frecuente que muchos paraguayos se desternillen de risa con tales chistes. En esta clase de relatos, el ídolo es el machito que engaña y se divierte a costa de las mujeres.
Grandes exponentes de la comedia local como Rafael Rojas Doria, Gustavo Cabaña y Carlitos Vera mezclan con habilidad el humor verde y el blanco en sus sketches. El paraguayo, de por sí, tiene un ADN de la risa, que se manifiesta en la jerga, los gestos y el tono de voz.
Uno de los géneros más polémicos es el humor negro. ¿Qué tendrán de cómico accidentes, enfermedades o ambientes de la sociedad como la religión y la política? Los adeptos de este estilo son los más abucheados en las redes, ya que muchos no captan su enfoque sarcástico y pelean a capa y espada con los internautas.
Frases como “desubicado, con eso no se juega” y “ojalá que te pase eso para que no jodas” son las réplicas infaltables en materiales de humor negro. Mientras que en países de Europa o Norteamérica es muy popular, difícilmente se imponga en nuestra conservadora sociedad que lo sataniza.
Ya son abundantes las razones que dividen a las personas para considerar a la comedia como otra más. Si te indigna el humor negro o ridiculizás a los que se burlan del estilo blanco, tenés un serio indicio de amargaditis crónica. La sociedad ya tiene muchos payasos actuando en el Gobierno que deberían despertar nuestro repudio.
Por Víctor Martínez (19 años)