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Atyrá, situada a unos 60 km de la capital, es considerada como la ciudad más limpia de nuestro país. En cada rincón reinan la limpieza, el orden y, por sobre todo, la cooperación entre ciudadanos y gobernantes para lograr dicho objetivo.
Recordemos que Atyrá es la séptima ciudad más limpia de América y la octava comunidad saludable a nivel mundial. Un reconocimiento importante para el país es lo que ha logrado esta bella localidad que, cada vez, crece más tanto poblacional como económicamente.
La educación es el primer factor fundamental que se debe tener para evitar tirar las basuras por las ventanillas de los buses o cuando uno está caminando. Si estás acostumbrado a arrojar tus desechos en el patio baldío que se encuentra frente a tu casa, no será raro que también repitas dicha acción en las calles.
Los atyreños cada día salen con sus escobas a limpiar cada rincón de su comunidad. Igualmente, se encargan de avisar a los visitantes que está completamente prohibido arrojar basuras, ya sea el envoltorio del caramelo o botellas de plástico. Es por eso que en la ciudad y en las compañías aledañas existen carteles para concienciar a la gente sobre la no contaminación.
Si todos nos ponemos las pilas y trabajamos en conjunto por nuestro barrio, existirán menos basurales que generan un mal aspecto. Asimismo, contar con el apoyo de la junta municipal en la comunidad es fundamental para que se pueda mejorar cada punto de la ciudad y Atyrá es una de las que goza de este privilegio.
Lastimosamente, otras ciudades no imitan el ejemplo de este pueblo que respeta al medio ambiente. Ojalá, algún día, sean muchas las localidades que se sumen a la iniciativa de basura cero y utilicen correctamente los recipientes de residuos.
Todos admiran la limpieza, pero mantener el orden depende de cada uno. Atyrá demuestra así que es posible tener una ciudad limpia y ojalá algún día las demás ciudades se sumen a esta campaña.
Por Mónica Rodríguez (19 años)