Los pases de facturas

Ângante che pariente manóne es un dicho en guaraní que resulta difícil traducir literalmente. Significa: Esperen nomás, algún día yo también tendré un pariente que se muera. Pronunció la frase alguien que fue obligado a abandonar un velorio.

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En nuestra cultura popular, la citada expresión manifiesta el espíritu de venganza que afecta a una persona cuando es objeto de alguna acción que considera incorrecta u ofensiva. En la terminología política moderna, esta situación encaja en la acción de pase de facturas, es decir, la reacción a mediano o largo plazo de una persona contra quien le jugó una mala pasada.

La reciente inexplicable, risible y absurda “fuga” de dos delincuentes del Primer Comando Capital altamente peligrosos de la Agrupación Especializada de la Policía tiene un fuerte olor a pase de factura nada más y nada manos que al presidente de la República, Mario Abdo Benítez.

En los últimos meses, la Secretaría Nacional Antidrogas propinó duros golpes a grupos de traficantes de estupefacientes, sobre todo con la incautación de centenares de toneladas de marihuana prensada y la destrucción de cultivos de dicha planta. También se arrestó a uno de los cabecillas de los marcos en Alto Paraná, “Cucho” Cabañas, cuyos bienes fueron incautados por el Gobierno. Asi mismo, fue abruptamente expulsado al Brasil Marcelo “Piloto”, tras el brutal crimen de una joven compatriota en plena sede carcelaria.

Ante estos hechos, el Presidente dispuso el cambio total de las autoridades policiales de la Agrupación Especializada y reforzó la seguridad del local para evitar la fuga de los delincuentes más peligrosos.

Pero, como si fuera un chiste difícil de creer, apenas pocas semanas después, los dos presos brasileños de mayor peso y jerarquía en el crimen organizado, el sábado pasado “se fugaron” saliendo tranquilamente por la puerta principal.

Por una “simple” casualidad, las puertas de sus celdas estaban abiertas, los guardias de la portería no estaban y las cámaras de seguridad se descompusieron y, en consecuencia, nadie vio nada. Para cualquier analista de medio pelo, esto es una pase de factura. Un sector poderoso del delito organizado le envió un mensaje a Marito diciéndole: “Mirá, aquí, nosotros hacemos lo que queremos y nos importan un carajo las leyes, las rejas de las cárceles o los policías de la seguridad”.

Abdo Benítez inmediatamente dispuso la detención de todos los policías que ese día estaban de guardia y cambió de nuevo al jefe de la Agrupación Especializada.Es decir, hizo lo mismo que acababa de hacer y que no sirvió para nada.

En forma paralela, en el campo estrictamente político, una comisión bicameral del Congreso está investigando a Darío Messer, presunto lavador de dinero en gran escala de la mafia brasileña, considerado como el “hermano del alma” del expresidente Horacio Cartes, quien fue convocado a declarar ante los parlamentarios.

Con este panorama, la pregunta obligada es: ¿quién le está pasando facturas a Marito? ¿El Presidente recibió favores de grupos que operan al margen de la ley que ahora se ven afectados por la represión del Gobierno y por eso le pasan la cuenta con acciones ilegales?

Quizás quienes fueron invitados a retirarse del poder y abandonarlos altos cargos públicos, enojados, en su momento dijeron ângante che pariente manóne y ahora están cobrando venganza, el placer de los dioses según dijo uno de los tres mosqueteros de Alejandro Dumas.

ilde@abc.com.py

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