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El papa Francisco dejó la Costanera de Asunción tras una multitudinaria reunión con los jóvenes cerca de las 18:00 del domingo. Salió con el papamóvil por la salida que da a la avenida General Santos. Allí, los punteros y comitiva tomaron el carril opuesto para dirigirse al Ycuá Bolaños. La avenida Artigas estaba bloqueada en su totalidad.
El Papa recorrió todo el trayecto de Artigas en contramano, precedido por efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Municipal de Tránsito de Asunción.
Cuando se acercaba al siniestrado edificio del Ycuá Bolaños surgen las primeras preguntas. Una cuadra antes, en la calle Cañadón, el papamóvil debía tomar el carril correcto (el que va en dirección Centro – Botánico). En el carril de contramano había gente sentada en sillas de plástico. En la vereda que daba a la vera del exsupermercado había una valla de seguridad y muchísima gente detrás de ella.
Es aquí donde el papamóvil decide continuar por el carril de contramano, guiado por los punteros, quienes literalmente atropellaron a las personas que estaban frente al camino por el que debía haber pasado Francisco. Las sillas volaron, la gente corrió y quienes estaban sobre la vereda del Ycuá cruzaron la calle para abalanzarse sobre el móvil. El libreto se había destrozado. El Papa luego dobló sobre Santísima Trinidad y fue directo al aeropuerto.
Queda la duda si el desvío de camino se hizo porque las personas que estaban en el carril de Artigas que daba hacia el súper corrieron y echaron las vallas al ver que el Papa venía en contramano o, en su defecto, los punteros de la Policía Nacional y la de Tránsito cometieron un garrafal error al no doblar antes al carril correcto.
El inspector Gustavo Cardozo, de la PMT, dijo que aún está pidiendo informes con relación al hecho. Contó que las personas que participaron del operativo tienen día libre.
Lo cierto es que las personas que estaban en el sitio, en su mayoría víctimas y familiares de las víctimas del trágico incendio del 1 de agosto de 20014 se quedaron con las ganas de hablar con el Santo Padre.
La Comisión de Organización de la Visita Papal afirmó que no era seguro que Francisco baje en el lugar y que solo se prometió una bendición del Pontífice. Sin embargo, no es comprensible cómo permitieron que hasta se entreguen invitaciones para poder ver al Papa.