Ignoraron advertencias sobre transformadores

Un informe de la Contraloría advertía ya en 2013 sobre el inadecuado y riesgoso almacenamiento de transformadores por parte de la ANDE en sus diferentes depósitos. Uno de ellos, el de San Lorenzo, se incendió ayer.

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Una auditoría realizada en 2013 por la Contraloría General de la República ya había detectado una serie de irregularidades con respecto al almacenamiento de transformadores por parte de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) en diferentes partes del país.

En primer término, la CGR constató que 6.826 transformadores de distribución averiados y sin posibilidad de reparación, con valor revaluado de G. 40.266.055.086, seguían figurando en el Balance e Inventario General al cierre del ejercicio fiscal 2012. Durante la verificación realizada por el equipo de la Contraloría se constató además que varios transformadores se encontraban destapados y desmantelados, carentes de piezas o de partes principales, por lo que ya no podían ser recuperados.

“En la verificación in situ realizada a los depósitos de transformadores fuera de uso, inactivos o averiados, se ha constatado que el lugar utilizado para el resguardo de los mismos no se encuentran en condiciones aptas, ya que los inmuebles e infraestructuras utilizados para el efecto no cuentan con las exigencias de seguridad mínimas requeridas para el almacenamiento de este tipo de artefactos o productos”, advertía el informe final de la Contraloría.

Se había encontrado que algunos de estos equipos estaban destapados, inclinados, desnivelados e incluso invertidos, lo que había generado derrames de su contenido. En el depósito de Ciudad del Este se encontraron 218 de estos transformadores; en Santa Rita, 30; en Encarnación, 38; en María Auxiliadora, 6, y en San Lorenzo, 6.534, lo que hace un total de 6.826.

El organismo de control hablaba ya en ese momento de la necesidad de establecer mecanismos y planes de gestión para estos pasivos, a fin de primeramente caracterizarlos y luego eliminarlos. Además, advertía con respecto a que los aceites y equipos contaminados con PCB (bifenilos policlorados, entre ellos el askarel) ya identificados y aislados no representaban una cantidad siquiera significativa en comparación con el riesgo de contaminación aún no identificada.

“Las fugas de aceite que se tienen están contaminando de manera evidente y muy significativa los suelos de la zona de almacenaje. Si en esta contaminación llegase a identificarse un contenido alto de PCB sería no sólo ambientalmente crítica, sino también extremadamente costosa de manejar para la entidad”, puntualizaba la auditoría.

En la tarde de ayer, el depósito de la ANDE de San Lorenzo, el que contiene la mayor parte de los señalados transformadores, sufrió un incendio de grandes magnitudes debido a que precisamente los aceites de estos equipos son altamente inflamables. Horas de trabajo y cientos de hombres hicieron falta para controlar el fuego y los humos tóxicos que se dispersaron como consecuencia del siniestro.

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