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Las expresiones de repudio contra el diputado Ibáñez volvieron a cobrar fuerza desde este lunes, luego de admitir su culpa de los cargos que se lo acusa y comprometerse a donar G. 200 millones al Hospital de Clínicas y el Hospital Nacional.
Uno de los primeros empresarios en demostrar públicamente su indignación fue Roberto Espínola, dueño de Sastrerías Robert, quien opinó a través de su perfil en Facebook.
"JMI....Quizás para este ladrón corrupto confeso sea irrelevante!!!... Pues viste ropa importada y trajes de 1.500 $ con la plata del pueblo y explota a sus caseros miserablemente lucrando a costilla de ellos con plata de mi impuesto fruto del trabajo digno y honesto...COMO CONDENA SIMBOLICA DETERMINO QUE ESTE PERSONAJE... JAMAS SERA RECIBIDO EN NINGUNO DE MIS LOCALES COMERCIALES DE SASTRERIA ROBERT... No ensuciaremos nuestro trabajo con el dinero mal habido..." (sic)
Además, hizo una invitación a la ciudadanía para que adopten la misma postura, para demostrar la indignación.
Al igual que Espínola, centenares de ciudadanos exteriorizaron su molestia ante este la situación del diputado colorado, con airados pedidos de renuncia tal y como sucediera al comienzo de la investigación, cuando se destapó el caso.
En febrero pasado, luego de que el malestar se apoderara de gran parte de la sociedad paraguaya en contra de la clase política, el diputado Ibáñez fue protagonista de uno de los hechos bochornosos captados en video; fue expulsado por la ciudadanía, junto a su esposa y un grupo de amigos de un restaurante capitalino.