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El atentado se produjo cerca de las 3:15 de la madrugada. Los marginales no lograron llevarse nada debido a que el explosivo no afectó las cajas donde se encontraba depositado el dinero y porque un suboficial de la comisaría local que hacía patrulla a pie los corrió a balazos, según informó el periodista Víctor Ruiz.
Una gran cantidad de clavos tipo “miguelito” fueron arrojados por los atracadores y debieron ser retirados rápidamente por la Policía debido a que la ruta es muy transitada. Cuatro fueron los hombres que intentaron hacerse con el dinero del cajero y llegaron al lugar en un automóvil Toyota modelo Vitz, color gris, de acuerdo con testigos. El vehículo fue robado en el departamento Central esta semana, según la Policía.
El intento de robo quedó grabado en el sistema de seguridad del banco y las imágenes serán analizadas por los investigadores con la intención de dar con la identidad de los ladrones. Se presume que en esta ocasión no fue usada dinamita en gel, debido a que no fueron encontrados cables conductores ni baterías de motos, que usualmente sirven para hacer estar estallar el explosivo.
Entretanto, la bomba empleada fue suficientemente fuerte para destruir casi por completo los vidrios que tiene el local en su parte delantera y para hacer volar una tapa del cajero y dañar otro cajero que se encontraba al costado del que fue objeto de robo.
El oficial 2° Néstor Castell, de la comisaría 3ª de Luque, señaló que se encontraba haciendo patrulla a pie en las cercanías del Club Balderrama, cuando pasadas las 3:00 escuchó la tremenda explosión. Agregó que se dirigió hacia la zona y divisó que dos hombres se bajaban de un automóvil Toyota Vitz color gris y se dirigían al cajero.
“Me di cuenta de lo que pasó, saqué mi arma y cuando ya me acercaba disparé dos veces; los sujetos subieron de nuevo al auto y se escaparon hacia Areguá”, dijo. Castell aseguró que se adelantó a los marginales al sacar su arma y disparar, ya que los mismos huyeron sin realizar un solo tiro.