Advierten que volverán las inundaciones

De acuerdo a las previsiones de la Dirección de Meteorología, las intensas lluvias de este mes propiciarán inundaciones, tal como ocurrió el año pasado. La inestabilidad climática corresponde a los efectos de “El Niño”.

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En lo que resta del mes de mayo, se prevé que continúen las lluvias, como la que se presentó el sábado último, por lo menos una vez a la semana, informó a ABC Color la pronosticadora Cynthia Espínola, de la mencionada institución. “Desde que se inició este año se acentuó el fenómeno ‘El Niño’, y las secuelas son las inundaciones”, explicó.

Esto se debe a que las lluvias son de corta duración, pero intensas, lo que hace que se acumule rápidamente gran cantidad de agua en todos lados, comentó. Las proyecciones indican que en lo que resta del mes esta será la constante, especialmente en las ciudades del departamento Central y Asunción. Significa que habrá un importante crecimiento del río Paraguay, lo que ocasionó las inundaciones en los bañados hace algunos meses.

“Se debe prestar mucha atención”, advirtió la pronosticadora, refiriéndose a los efectos que podría acarrear este fenómeno climático en las mencionadas localidades. “Ya se empieza a sentir (‘El Niño’), este tipo de fenómenos tuvimos en el ’88”, recordó. Otros lugares que también serán afectados por el fenómeno son la zona baja del Chaco y el sureste de la región Oriental.

Lo cierto es que en lo que va del mes de mayo, ya llovió más de lo que habitualmente llueve en el mismo mes, pero en comparación con años anteriores. Esto se debe exclusivamente a “El Niño”. El fenómeno aparece cada cuatro a siete años, que se produce por el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico incluye lluvias moderadas, ráfagas de viento, tormentas eléctricas y ocasional caída de granizo, pero de manera constante por un cierto tiempo.

Es decir, no es ninguna novedad. Sin embargo, siempre hay problemas con las personas que viven en las costas de los ríos, quienes quedan sin hogar y viven en condiciones pésimas durante esos meses. De hecho, muchos siguen ocupando espacios públicos, como plazas, porque perdieron sus viviendas en la última inundación. Los que regresaron, por su parte, se verán obligados a abandonar nuevamente sus precarias casas montadas al costado del río. 

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