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Las casas afectadas están ubicadas sobre la calle Teniente Añasco, que llega hasta el cauce del arroyo Mburicaó, al costado del colegio San Ignacio de Loyola, en el barrio Virgen del Rosario de Asunción. El derrumbe se produjo en las primeras horas del viernes, informó el periodista de ABC Color Víctor Ruiz.
Una de las viviendas desmoronadas pertenece a Osvaldo Bazán, quien se encontraba dentro de la misma cuando se produjo el derrumbe de al menos seis piezas. Los únicos objetos que no pudieron rescatar fueron tres acondicionadores de aire, una heladera y un ventilador. Los dueños de dicha propiedad ya estaban preparados por si esto ocurría, razón por la cual ya tenían la mayoría de sus pertenencias fuera de la estructura.
Juana de Montenegro, otra persona que sufrió el desplome de su domicilio esta madrugada, en comunicación con ABC Color mencionó que “en el mes de febrero del año pasado ya se derrumbaron las piezas de la cocina, el baño y un dormitorio. Desde esa vez nos quedamos con un solo dormitorio; encima hay criaturas y ahora hay peligro de que se derrumbe la otra pieza”, lamentó la propietaria. Los muebles y otras pertenencias también están fuera de la casa en caso de que ocurra otro desmoronamiento.
Juana de Montenegro también manifestó que se encuentra viviendo en el lugar con su familia desde hace 40 años y que el día de ayer la Municipalidad de Asunción le remitió una orden de desalojo por el riesgo que representa la situación en la que están, notificándoles que deben abandonar la propiedad en las próximas 96 horas. Agregó la titular de la vivienda que vienen pidiendo la construcción de un muro de contención desde el año 2008 y hasta ahora la Comuna capitalina hace caso omiso a tal solicitud. Por tanto, "pido a la gente del Gobierno que se hagan cargo", clamó.
Personal de los bomberos voluntarios acudieron hasta el lugar para realizar trabajos de atención y primeros auxilios a los afectados. Afortunadamente, no hubo heridos. Ya en el lugar, procedieron a realizar el acordonamiento y aislamiento de la zona. El barranco que rodea al cauce del arroyo Mburicaó es producto de la erosión del suelo a causa de las lluvias y tiene una altura de aproximadamente 6 metros. La zona no cuenta con un muro de contención, elemento que es de suma urgencia para los pobladores.