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El diputado Bernardo Villalba se pasa de una contradicción en otra. Primero había dicho que nunca recibió o pidió dinero al narcotraficante Carlos Antonio Caballero, alias “Capilo”; para luego minutos después volver a llamar y decir que si le había solicitado un aporte de US$ 5.000, pero que no lo había hecho para su campaña política sino para las refacciones de la seccional colorada de Concepción.
En menos de 24 horas, volvió a incurrir en otra contradicción pues a ABC Color había asegurado que nunca fue abogado defensor de “Capilo”, sin embargo en un momento de una extensa entrevista mantenida con Radio Cardinal AM sobre las publicaciones de nuestro diario, aseguró que el Ministerio Público no podría imputarlo por “por haber estado en contacto con mi cliente”.
Cuando ABC solicitó su versión con respecto al mensaje en el que le decía a Capilo que el costo de suspender una audiencia era un whisky etiqueta azul, agua de la más cara del mundo y cerveza; Villalba había asegurado que en aquella oportunidad había solicitado la suspensión por beneficio de su defendido, Alexander Carvallo, y que “por supuesto que yo tenía que hacer todo lo necesario y posible para conseguir el objetivo que yo tenía”.
Este domingo, en una entrevista que duró cerca de una hora, señaló a la citada emisora que probablemente se había tratado de “una broma” puesto que él dice ser “abstemio” y que haber hecho ese pedido como pago de suspender una audiencia le parecía “un ridículo”.
Villalba llegó incluso a pedirle abiertamente apoyo para su candidatura para diputado a Capilo, sin embargo trató de desvirtuar el tema. “Si vos lees el mensaje anterior él se refiere a un diputado de otro partido político (José López Chávez, del Unace) y Capilo daba a entender que él estaría apoyando que él estaría apoyando a ese diputado. Capilo siempre había dicho que él era colorado, entonces yo le lancé eso como una cosa que jamás ni soñé que yo llegaría a ser diputado”, puntualizó.
En otro de los tantos mensajes que intercambió con el hoy condenado, Villalba le había solicitado un aporte de US$. 5.000 dólares a Caballero, recibiendo como respuesta que recibiría el dinero el lunes siguiente al cruce de mensajes. En principio, el diputado había negado haberle pedido alguna vez dinero al narcotraficante para luego desdecirse y señalar que lo había hecho pero para refaccionar la seccional colorada de Concepción. El legislador volvió a insistir en esta versión diciendo que con el contexto se puede evidenciar que en realidad se trataba de ese tema.
“Si vos analizas ese contexto vos te vas a ver de que no lo estaba pidiendo ni para mí ni para mi campaña. Me cuesta hacer memoria porque para mí la actividad política era totalmente secundario, no le daba yo ninguna importancia a la actividad política en aquel entonces, estaba de lleno en el ejercicio de la abogacía”, señaló. “A mí también me habían pedido un aporte para la refacción de la seccional colorada de Concepción, las seccionales coloradas son las instituciones que tenemos en todos los departamentos y la de Concepción se estaba cayendo a pedazo. Me habían pedido a mí un aporte y alguien me dijo capilo va a aportar. Le escribí un mensaje y le dije; pero él nunca dio ese dinero; o si dio, no fue a través mío, por lo menos yo no tengo conciencia”, continuó.
Sin embargo, lejos de lo que afirma Villalba, él mismo le señala a Capilo en los mensajes que ya estaba preparando su camino para las elecciones de 2013.
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Villalba señaló además que mantenía contacto con Capilo porque su cliente (Alexander Carvallo) había estado involucrado en el mismo proceso, pero que el mismo fue condenado ya en la audiencia preliminar y que desde entonces se había desvinculado del proceso. “En algún momento yo asumo que él pudo haberme llamado de vuelta para preguntarme algunas cosas; incluso era interés de Capilo que yo sea su abogado defensor y yo no podía entrar en ese proceso porque ya había sido abogado de otro y mi estrategia para liberarlo a mi cliente era totalmente diferente y eventualmente yo podría cometer prevaricato al tratar de utilizar informaciones que yo tenía en la defensa de uno a favor de otro”, acotó.
Villalba intentó además generar confusión con respecto a las grabaciones realizadas por efectivos de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de las llamadas del teléfono del condenado “Capilo”, diciendo que el que había sido intervenido fue su teléfono y no el del narcotraficante.
“Ellos (por ABC Color) grabaron todo, entonces supongo que van a ir publicando y en la medida que esto publican se va a aclarar”, puntualizó para luego asegurar que lo que se estaba tratando de hacer era dar una connotación política a la cuestión atendiendo a la cercanía del juicio político a los ministros de la Corte Suprema, un juicio del que dice ser crítico. “Viene como anillo al dedo para una cortina de humo. Hoy en día pasó a ser segundo plano hasta el homicidio de Pablo”, aseveró.
“Yo tuve muchos casos, muchísimos casos, imagino que van a publicar mucho todavía de los contactos con mis clientes o las personas involucradas en un proceso. Escuché que estaban pinchando mi teléfono desde el 2006, yo lamentablemente no tengo conocimiento de que hayan órdenes judiciales”, se explayó. “Yo te aseguro con un grado de absoluta certeza que no había ninguna orden judicial para hacer los fonopinchazos, ni de los procesados ni mucho menos de los abogados”, continuó cuando en realidad el que había sido intervenido con una orden judicial fue el teléfono de Carlos “Capilo” Caballero.
Tratando de crear aún más confusión, llegó a asegurar que le parecía “razonable” que los organismos de seguridad realizaran las escuchas a su teléfono, algo que no ocurrió, para conocer sus movimientos dentro del juicio.
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“Yo creo que esto que está publicando ABC ya abre el paraguas de que son informaciones traídas del Brasil y de los Estados Unidos y entonces eso me parece hasta más grave, en Paraguay necesitamos órdenes judiciales pero desde el extranjero pueden escuchar tranquilamente todas nuestras conversaciones telefónicas y mañana esto es tapa de un diario”, prosiguió. Las escuchas habían sido realizadas por autoridades paraguayas y la publicación de este domingo de nuestro diario señalan que existen reveladores documentos de Estados Unidos y Brasil sobre vínculos de políticos con el narcotráfico, en ningún momento se habló de que las escuchas habían sido realizadas por organismos de otros países.
“Acá hay una verdad, los teléfonos están pichados, los teléfonos están siendo escuchados y en este caso que se publica no hay orden judicial”, sentenció.
Villalba señaló en varias oportunidades que se sometería a la justicia en caso de que el Ministerio Público abriera una investigación con respecto al caso pues él no veía como un hecho punible hablar con una persona procesada dentro de la causa en la que él estaba involucrado. “Yo no era político, no tenía ninguna injerencia política, no tenía la posibilidad, otra cosa sería si yo trabajo en la profesión hoy”, acotó.
Aseguró que perdió todo contacto con Capilo no después de haberse apartado del caso, puesto que reconoció que el mismo pudo haberle llamado eventualmente en otras oportunidades pero que sí lo hizo tiempo después. “Desde que yo soy diputado no tomé más contacto con él y de eso sí que tengo la plena certeza porque no tenía más porqué contactarse conmigo”, sentenció.
Mientras seguía insistiendo que se sometería a la justicia en caso de ser necesario señaló que el Ministerio Público deberá adjuntar en la carpeta fiscal una copia de la autorización judicial en caso de que quiera usar las grabaciones como evidencia, porque si no sería un acto nulo; además pidió que la Fiscalía actúe de manera objetiva y no se dejara llevar por el ambiente político.
“Es una cortina de humo. Me mandan hoy al frente a mí y me parece espectacular como una medida política porque desaparece de la primera tapa muchas cosas. Hubo un atentado en Concepción, murieron militares y hoy ya no es noticia; muchos temas que realmente son importantes pasan a un segundo plano”, afirmó.
Minutos después, Villalba daría un paso atrás con respecto a sus afirmaciones. Cuando se le consultó si pediría su desafuero en caso de que se abra un proceso en su contra, perdió la convicción con la que afirmaba que se sometería a la justicia para señalar: “La verdad de las cosas es que tenemos que ver un poco de qué me imputan, si es que me imputan”
“No me pueden imputar por haber ejercido la defensa, por haber estado en contacto con mi cliente o por haber estado en contacto con personas procesadas dentro de la misma causa en la que yo era parte. Yo espero que me imputen por algo que yo hice mal en la Cámara de Diputados como legislador y si yo como legislador tengo un nexo con estas personas actualmente”, continuó. Apenas minutos antes, había negado que Capilo hubiera sido su cliente.