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Giselle Román, vecina del asentamiento Sueño y Esperanza, ubicado en Capiatá, Ruta 2, km 18, denunció a ABC Color la inacción policial en la zona pese a denuncias y la evidente comercialización de crack por parte de unos vecinos que incluso venden los estupefacientes a menores de la zona.
Desde el lugar de los hechos, dijo que, hastiados de la situación, anoche se organizaron con intenciones “de linchar y quemar las casas” de los supuestos microtraficantes, de ser necesario, debido a que no encuentran hasta el momento apoyo de las autoridades. “Acá todo puede pasar, incluso derramamiento de sangre”, dijo en diálogo con ABC Cardinal.
En el lugar se congregaron, según la descripción, al menos un centenar de pobladores para repudiar a estas personas, quienes causan zozobra en la zona debido a los constantes asaltos que están relacionados directamente con el consumo de drogas.
Al sitio llegaron agentes policiales de la comisaría 8ª, pero, según los vecinos, éstos alegan que no pueden hacer nada, pese a las reiteradas denuncias.
Víctor Ruiz, periodista de ABC Color, informó desde el lugar de los hechos que la idea es expulsar definitivamente a estas personas e incluso lograron negociar con uno de ellos, de nombre Lorenzo Acosta, quien ofreció dejar el asentamiento si es que les daban garantías para salir de su domicilio.
Harían lo propio con otro supuesto traficante de nombre Derlis y cuyo apellido no pudieron precisar.
