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Juan Carlos Vera, es de profesión médico y cuenta con un consultorio neurológico privado en Villarrica. En el 2015, se lanzó en la arena política como candidato a la Junta Municipal de forma independiente con una peculiar manera de hacer política, realizando servicios a la ciudadanía con un móvil de salud en las diferentes compañías de esta ciudad.
Durante su campaña para las internas fue denunciado por una supuesta filiación, que desmintió, alegando que se trataba de una maniobra política por parte de su contrincante para ensuciar su figura.
Así también, por tema político, a Vera se le había prohibido atender a un paciente en el Hospital Regional de Villarrica que necesitaba una intervención quirúrgica en la cabeza. El ciudadano luego falleció.
El nuevo jefe departamental deberá tratar de construir un ambiente de unidad de trabajo en la Gobernación, Ejecutivo y Junta Departamental para superar definitivamente la crisis institucional generada durante la gestión de Rodolfo Friedmann Alfaro (ANR).
También tiene una gran deuda en materia de educación con los habitantes, con las deplorables condiciones edilicias en que se encuentran las escuelas y colegios en los 18 distritos. Cientos de niños desarrollan sus actividades escolares bajo los árboles o en aulas en peligro de derrumbe y en precarias condiciones.
La falta del almuerzo y merienda escolar, complemento principal para el mejor desarrollo de los niños, es otro problema a resolver que le espera al próximo gobernador. Según los directivos de algunas instituciones, muchos alumnos dejaron de asistir a clases por la falta del complemento nutricional.
El cuarto departamento también se caracteriza con la producción agrícola, atendiendo a que más del 50% de los habitantes se dedica al rubro de la caña dulce, específicamente en los distritos de Iturbé, Independencia, José Fassardi, San Salvador e Borja. El gobierno deberá poner en condiciones los caminos para el traslado de productos agrícolas.
La reactivación de la Azucarera Iturbe SA, también debe figurar en la agenda de las nuevas autoridades. Dejó de funcionar hace cinco años.
Aparte de la economía, la salud también es pobre en Iturbe. Tiene un hospital distrital con infraestructura de primer nivel construida por la gobernación por más de G. 3.100 millones en 2012, pero no tiene equipamiento, insumos, medicamentos, especialistas, laboratorios, entre otros.