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Francisco Leri estuvo esperando desde tempranas horas al papa Francisco fuera de la Nunciatura en Asunción. La espera fue al lado de su hijo y de muchas otras familias que estaban en el lugar, pero fue él quien se animó a invitarle un mate al Pontífice, quien no dudó en compartir la bebida. “Fue algo muy espontáneo, muy fortuito, estaba bendiciendo a los chicos, yo estaba con mi hijo de 12 años y surgió así. Una bendición”, dijo en contacto con ABC Televisión, cuya señal está transmitiendo en vivo y de forma ininterrumpida las actividades del Pontífice en nuestro país.
Esta es la segunda vez que Francisco Leri ve a un Papa en Paraguay: ya lo hizo en 1988, cuando apenas era un adolescente y Juan Pablo II visitaba suelo guaraní. Y Leri aclara que en ambos casos fue una experiencia muy fuerte, pero comentó que la perspectiva y la intensidad cambian porque ahora no solo vio al Papa y le invitó un mate sino que lo pudo hacer al lado de su hijo, de 12 años, que también pudo saludar a Su Santidad. “Una emoción muy fuerte. En ese momento yo era una adolescente, un estudiante; en este momento yo tengo un hijo que ya que está entrando en esa edad”, resaltó.
“Demasiado fuerte, una experiencia espiritual realmente muy intensa. Es una persona (el Papa Francisco) que transmite mucho”, lo describió. Cuando vio a Francisco le dijo: “Un mate, Santo Padre” y asegura que este asintió con la cabeza, extendió la mano y tomó la guampa para luego disfrutar de un sorbo del mate. Ahora, esa guampa y esa bombilla forman parte de la reliquia espiritual de un hombre y su familia, que pudieron compartir tan de cerca con su líder espiritual. “Así de simple y así de fuerte”, dijo Leri y se quedó sin palabras para describir lo que estaba sintiendo.
El Papa Francisco estuvo después de esto en el Hospital Pediátrico Acosta Ñu, donde aseguró a los padres y a los niños enfermos que él reza por ellos, por su recuperación y por su fortaleza. Partió después hacia Caacupé, donde decenas de miles de personas concurrieron para una misa con el Vicario de Cristo.