Liz, un ejemplo de superación en el Norte

SAN PEDRO. Una joven estudiante es ejemplo de superación y batalla diaria. Ante la falta de movilidad de las manos, usa la boca para escribir y los pies para comer. Su madre la lleva todos los días al colegio superando varios obstáculos.

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La protagonista de esta historia sacrificio y esperanza es la estudiante de 17 años de nombre Liz Rodríguez Romero, quien cursa el primer curso de la Media en el colegio San Ramón, del asentamiento Pedro Giménez del distrito de Santa Rosa del Aguaray.

La falta de movilidad de las manos no le impide estudiar y escribir, pues emplea la boca para la escritura y se gana la admiración de toda la comunidad. "Es una alumna excepcional, nos sentimos orgullosos de ella. Demuestra voluntad, se lleva super bien con sus compañeros, es un honor que sea nuestra alumna", dice la directoria del colegio, Matilde Ramírez.

Agrega: "En el receso toman tereré y sus compañeras le ayudan a tomar, se integra y se lleva muy bien con todos", describió la docente.

La joven sueña con terminar el colegio y estudiar la carrera de derecho. "Quiero ser abogada, me gustaría estudiar derecho", expresó convencida. Agradece a su familia y compañeros por el apoyo. "Todos me tratan bien, quiero siempre estudiar, me acompañan todos. Yo uso mi boca para escribir y con mis pies me alimento", explica.

La madre, Rita Romero es la batalladora de esta gran historia por el amor y entrega que brinda a su hija todos los días.

"Su mamá es luchadora. Todos los días le trae en moto, le lleva a su aula, le espera o le busca, todos los días. Le trae y le da su desayuno", manifiesta la directora del colegio, Matilde Ramírez.

Con lágrimas de emoción, la madre, por un lado por la impotencia de ver así a su hija y por el otro por el orgullo de verla crecer y estudiar, explica que de nacimiento no tuvo movilidad. "Tiene problemas en la columna, me dicen los médicos, y no le quieren operar por el alto riego", señala.

La mujer, que tiene tres hijos y se dedica junto a su familia a la agricultura, todos los días la lleva en motocicleta al colegio.

Son cinco kilómetros de distancia desde la vivienda familiar hasta la institución; en total realiza un recorrido diario de 10 kilómetros por camino de tierra. "En época de frío se torna todo más difícil", dijo la madre.

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