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Escenas de mucho dolor se vieron durante la despedida de los restos mortales de la pequeña Viviana. La mayoría de los asistentes pidieron un castigo ejemplar para los agentes de la Senad que llevaron acabo el operativo de allanamiento el sábado pasado en un cañaveral de Nueva Italia y donde fueron baleados dos miembros de la familia Zanotti.
El padre, la madre y la abuela de la pequeña Viviana se descompensaron cuando se inició la caravana fúnebre. Incluso recordaron la última conversación que tuvieron con la niña, a quien recordaron como muy alegre y que su hobby era la danza, manifestó la corresponsal Desiré Cabrera.
En tanto que el juez Leonardo Lesme se mantuvo en su disposición inicial y ordenó que los nueve uniformados sean remitidos a la cárcel de Tacumbú.
La abogada Ana María Arréllaga, defensora de varios agentes de la Senad, solicitó que sus defendidos sean derivados a la prisión militar de Viñas Cue y no a la cárcel de Tacumbú, pues temen por sus vidas. Sin embargo el juez rechazó este pedido.
Los agentes antinarcóticos fueron derivados al Departamento Judicial y luego ya irá a Tacumbú, según indicó el corresponsal Higinio Ruíz Díaz.