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El comunicado, firmado por el rector de la universidad, el P. Dr. Narciso Velázquez, expresa que “el aborto, la interrupción del embarazo, no es en ningún caso una ‘alternativa’ para la salud de cualquier persona”. Continúa explicando que “el aborto constituye un atentado directo contra la vida humana, un acto de homicidio”.
Expresa además que “el estado de embarazo en ningún caso puede ser considerado como una enfermedad, un problema, o un trastorno de salud”. Indica que “ambas vidas, la de la madre y de la persona por nacer, incluso del entorno familiar en sí, son igualmente valiosas e iguales en dignidad y derechos, por lo que no se puede elegir quien morirá o vivirá, puesto que en tales procesos de selección habitualmente termina siendo elegido y condenado el más ajeno, débil y desprotegido de la relación, la persona por nacer”.
Así también en el mismo comunicado ofrece los servicios del Hospital Universitario, tanto para esta niña como para otras que atraviesan situaciones similares. Los docentes y profesionales de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UC también se ponen a disposición, indica el texto.
“La Universidad Católica (…) no acompaña ninguna forma de violencia y menos aún la justifica, pero entiende más que necesario analizar los alcances de estos desafortunadas eventos dentro de una concepción esencialmente humana de la vida, la familia y la sociedad”, finaliza el documento dado a conocer esta semana. Esta casa de estudios es una de las más antiguas del país y es considerada una de las más importantes. La Universidad Nacional de Asunción (UNA) no se ha pronunciado sobre el caso.
El caso tomó estado público de casualidad, simplemente porque la niña embarazada primeramente fue asistida en un nosocomio privado en la ciudad de Luque, donde consultó ante el crecimiento de su pancita. El médico ordenó varios estudios para la menor, entre ellos una ecografía abdominal; dicho estudio se realizó en el Hospital Materno Infantil de Trinidad, donde el diagnóstico fue de gestación. Médicos afirmaron que en el caso de que la vida de la víctima corra riesgo, se evaluará interrumpir el embarazo de cinco meses. En estos momentos, la pequeña está siendo atendida en la Cruz Roja Paraguaya. Su madre está detenida en carácter de cómplice, y su padrastro, quien es el principal sospechoso, sigue prófugo.
La legislación paraguaya es excesivamente estricta con respecto a la práctica del aborto, la cual está prohibida inclusive en casos de violación, como este. Otro dato que se resaltó en diversos círculos desde que se dio a conocer este caso fue el dado por el mismo Ministerio de Salud: 680 menores de 15 años dieron a luz en 2014. Así también se recordó que las Naciones Unidas maneja el dato de que las mujeres embarazadas menores de 16 años tienen alto riesgo de morir durante el proceso de gestación o el parto, ya que sus cuerpos no están preparados, todos los órganos involucrados están apenas en desarrollo. Esto sin mencionar que tras el parto, habrá conscuencias psicológicas en una niña que de por sí está afectada por la violación que sufrió anteriormente.
Con estos arguentos a favor de la interrupción del embarazo, la organización Amnistía Internacional lanzó la campaña #NiñaEnPeligro. “Paraguay sigue sin garantizar el derecho a la salud, la vida y la integridad física y psicológica de una niña violada por su padrastro con casi cinco meses de embarazo”, indica AI en su página web, donde se recolectan firmas para pedir al Ministerio de Salud de Paraguay que haga algo. El caso tuvo repercusión en todo el mundo, inclusive durante toda la mañana de hoy fue portada principal de la web de la BBC, uno de los medios más populares a nivel mundial.