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Los detenidos traídos hasta la Base de Operaciones de la Senad de la capital, conformaban una poderosa estructura dedicada a la triangulación de cocaína boliviana por Paraguay con destino final al Brasil. Según maneja la Senad la estructura jerárquíca de lo mismos esta encabezada por el presunto líder de las operaciones en nuestro país, José Miguel Acosta Zarza, paraguayo, de 29 años.
El grupo era conformado además por Manuel Rueda Garzón, boliviano (48), alias “tarija”, brazo derecho del líder en Bolivia; Mauricio Vázquez Dávalos, paraguayo (29), hijo del propietario de la estancia que servía de base de las operaciones ilícitas; Marcial Sanguina Candia, paraguayo (34), operador logístico de la estructura; y Miguel Alvia Yolvio, boliviano (58), alias “viejito”, piloto de la estructura en Bolivia, considerado como pieza clave dentro de la organización.
Al igual que los detenidos también fueron trasladados los 200 kilos de cocaína incautados durante la intervención y otras evidencias como dos camionetas, una de la marca Ford F250, con matrícula AHZ103 y la otra una Mitsubishi Tritón, con matrícula BHK288; y una aeronave Cessna T210M, matrícula boliviana CP2574.
También fueron hallados U$S. 100.000 en efectivo, teléfonos celulares, un teléfono satelital, un aparato de posicionamiento global GPS, radio aire-tierra v bidones de combustible
El fiscal Carlos Alcaraz acompañó el Operativo y dispuso la remisión de todo lo incautado hasta Asunción para proseguir con el proceso correspondiente. Cabe recordar que la Operación denominada “Halcón VII” fue el resultado de las tareas de inteligencia de la Senad, en coordinación con el Ministerio Público, la Armada Nacional y con un importante apoyo operativo de la FTC. D
Un grupo operativo se apostó en una pista clandestina ubicada en la Colonia Aguará, distrito de Capitán Bado, departamento de Amambay, donde según informes recabados, se produciría la entrega de un alijo de drogas provenientes de Bolivia, el cargamento incautado tenía como destino las favelas de Río de Janeiro de Brasil. Solamente con la cocaína incautada, el perjuicio económico ocasionado superaría los dos millónes de dólares.