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Los pobladores afectados por la tormenta del sábado pasado, después de vivir momentos de angustia, ahora experimentan la solidaridad.
Desde el sábado, cuadrillas de Neuland ya comenzaron con los primeros trabajos para restablecer la red eléctrica, apoyados el domingo con otra cuadrilla de ocho personas de la cooperativa Fernheim. Se están reemplazando los postes y las columnas caídas tras el temporal.
Otros están cortando árboles caídos, juntando ramas, chapas, ladrillos, y de esa manera ayudar a los afectados con la tormenta.
Aunque la gente se encuentra todavía bastante consternada, existe bastante espíritu solidario, uno ayuda al otro, hay alumnos que limpian patios. La solidaridad es la constante.
"Todo este trabajo de limpieza va a tomar todavía mínimamente una semana, mientras la reconstrucción de las casas por lo menos un mes", sostuvo Heinz Bartel, presidente de la cooperativa Neuland.
Destacó la buena coordinación con el comité local de emergencia, conformado por todos los sectores afectados, la Gobernación de Boquerón, la Municipalidad de Mariscal Estigarribia y la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
El tercer ciclo del colegio multiétnico Nuevo Amanecer de Neuland se organizó ya el domingo entre profesores y alumnos, saliendo en cuadrillas a limpiar los patios de las casas.
“Y ahora estamos haciendo esto. Los alumnos participan con muchas ganas y entusiasmo y lo que ven es el valor de la solidaridad. Ayudar a otros hace mucho bien... uno se siente bien con eso”, dijo el director del colegio, Carlos Barrios.
Por su parte, el gobernador de Boquerón, Edwin Pauls, habló esta mañana de “mucho daño, mucho desastre” ocasionado por vientos huracanados y torbellinos.
Señaló que los afectados pasaron momentos de mucho susto y recién este lunes varios dimensionaron la pérdida real sufrida y se preocupan de cómo recuperarlo.
Destacó la cooperación de personas e instituciones públicas y privadas locales, como también la SEN, que el domingo al mediodía ya envió el primer contingente de carpas y frazadas, después llegó un primer cargamento con 1.000 chapas y 50 colchones.
Pauls prometió una ayuda rápida, a través del comité coordinador creado en Neuland.
Según los últimos informes, una niña indígena se fracturó la pierna, además hubo 11 heridos leves, 53 casas indígenas de la comunidad Cayin o Clim y 54 viviendas y comercios en Neuland afectadas, además de un gran número de postes y columnas y árboles caídos.