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Conforme a los primeros reportes, dos guardias fueron tomados por los presos y encerrados momentáneamente - al menos 15 minutos - en una de las celdas del pabellón Nº 5 de máxima seguridad, durante una requisa de rutina.
Los guardias afectados fueron identificados como Francisco Paredes y Néstor Bogado; este último recibió un fuerte golpe en la cabeza por parte de uno de los reos con un objeto contundente, aparentemente el mango de un puñal de fabricación artesanal. Ambos fueron derivados al Hospital del Trauma para una revisión general.
En el pabellón donde se desarrolló la toma de rehenes están encerrados peligrosos reclusos, entre ellos miembros del Primer Comando Capital (PCC), de la Agrupación Campesina Armada (ACA), entre otros con un largo prontuario judicial. Hasta el momento las autoridades de la Prisión y del Ministerio de Justicia se han llamado a silencio sobre lo ocurrido.
Luego de que se divulgara la información, un pelotón de antidisturbios y agentes de otras fuerzas de la Policía acudieron al sitio, pero la situación ya había sido controlada. De todas formas, se ordenó el ingreso de fuerzas del orden para garantizar la seguridad dentro del recinto penitenciario.
La exaltación mayor se presentaba en el patio de la prisión, donde los uniformados se concentraron para poner orden y obligar a todos los internos a ingresar en sus celdas hasta que la situación vuelva a la calma.
El hecho, que casi derivó en un amotinamiento, fue preocupante, pues Tacumbú es la prisión con mayor hacinamiento en el país. Desde febrero se ordenó su cierre hasta tanto la población de más de 4.000 sea reducida a su capacidad máxima, de poco más de 2.100 internos.