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El director de Obras de la Comuna capitalina, Samuel González, dialogó con ABC Cardinal sobre las medidas paliativas que se manejan en torno al caos vehicular por el bloqueo de la avenida Artigas, en el tramo que comprende el puente que cruza sobre el arroyo Mburicaó.
La principal preocupación expresada por la ciudadanía gira en torno a las malas condiciones de las calles alternativas dispuestas para descongestionar el caos generado por el cierre; algunas inclusive no pasan de ser vías empedradas. El funcionario reafirmó que “todo vamos asfaltar”.
Sobre el momento en que arrancarán los trabajos en las vías, mencionó que ya se iniciaron el sábado las primeras labores. “Nosotros ya comenzamos a bachear el sábado y hoy seguimos; antes de (la finalización) de la semana tenemos que estar ya casi terminado (el trabajo); pensamos tener todo asfaltado para el fin de semana”, garantizó aunque en otro momento habló igualmente de un plazo de 10 días.
González aclaró que el asfaltado no tendrá costo alguno para los frentistas. “Todo vamos a asfaltar y nada de costo va a tener para los frentistas”, reafirmó. Entre otras medidas, el director de Obras se refirió nuevamente a la posibilidad de instalar los puentes metálicos ofrecidos por el MOPC. “Creo que vamos a instalar, ahora estamos viendo cuál es el mejor lugar; podríamos hacer también una vía paralela”, adelantó aunque dio a entender que aún nada está definido.
Poco después del mediodía del viernes pasado se detectaron fisuras en el asfaltado sobre el puente del arroyo Mburicaó, que evidenciaron el serio deterioro de la estructura de la pasarela de casi 50 años. Debido al peligro de derrumbe, las autoridades municipales dispusieron la clausura de Artigas, entre Venezuela y Lombardo.
El cierre derivó en un gran e inusual caos vehicular, que se extendió inclusive hasta altas horas de la noche. Algunos automovilistas mencionaron que aguardaron en largas colas por más de tres horas. La espera fue tal que hubo conductores que debieron abandonar sus rodados para acudir a las gasolineras a comprar combustible en bidones para continuar con los motores en marcha.
Inicialmente, se anunció que el problema persistirá por algunos días, debido a que se planeaba reparar el puente. Posteriormente, se aclaró que el inconveniente no es “remendable”, por lo que se optó por demoler completamente la pasarela vieja y construir una nueva. Estas obras durarán entre cuatro y seis meses, por lo que la congestión continuará inclusive hasta inicios de 2017.