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Luis Rojas, titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), se mostró nuevamente molesto por la discusión generada tras su decisión de dar participación a Hugo Portillo, gerente del Banco Amambay, propiedad de Cartes, en la lucha contra el EPP.
Justificó el hecho y señaló que el hombre brinda apoyo a la cartera desde hace un año y medio aproximadamente.
Aseguró que incluso no es el único civil que “asesora” a la institución antidrogas, aunque evitó dar más nombres de estas figuras “respetables”.
Consideró que la reacción en su contra por esta situación “lo único que hace es descomponer el esfuerzo nacional”.
“Tenemos que aprender a trabajar como Estado y no estar jodiendo con estas cuestiones”, manifestó, en contacto con Canal 100.
Insistió en que esta situación -a su parecer- no es irregular. “Hay muchos civiles que tienen un contacto con la Senad, como asesores, y que colaboran en diferentes programas de la Senad”, refirió.
Aseguró que él “éxito” de la cartera antidrogas justamente radica en la participación de los civiles en las tareas.
“Me sofoca ya esta ridiculez”, manifestó Rojas, al insistir en que lo importante -a su entender- es combatir al EPP.
Reconoció que las críticas en su contra por estas decisiones ya se generaron previamente dentro de la Policía Nacional.
Comentó que el comisario Antonio Gamarra, jefe de la zona norte, le expresó su molestia por la presencia de Hugo Portillo en el área de combate.
“Es cierto, él me expresó (su molestia) en la reunión posterior al fracaso del operativo. Me preguntó quién es este señor, que él conoce perfectamente. Le dije que es mi asesor, que está vinculado a la Senad. Ahí terminó”, sostuvo.
Insistió en que le molesta que se haya dado a conocer la “estrategia” de la cartera a su cargo de recurrir a civiles. “Me importa un rábano que se haya nombrado al ministro, a Portillo, etc. Lo grave es que se haya denunciado cuestiones técnicas, que se haya revelado cuestiones que hacen a la investigación”, manifestó.
Aseguró sentirse “dolido” por esta situación y consideró que quien filtró los datos incurrió en “traición a la patria”.