Brucelosis pudo diseminarse

El dueño del establecimiento denunciado como diseminador de brucelosis en la Expo 2016 era miembro de la comisión directiva de la Asociación Paraguaya de Caprinos y fue suspendido por comercializar cabras de manera informal.

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El veterinario Gustavo Oviedo demandó a Senacsa y a la Cabaña San Guillermo (de Minga Guazú) tras haber sido contagiado con brucelosis durante la Expo 2016, según denunció a nuestro medio. Culpa al dueño de dicho establecimiento, Guillermo Batochi, ya que este habría introducido cabras infectadas al evento internacional y responsabiliza a Senacsa por haberlo permitido, ya que previo ingreso a este tipo de actividades los animales pasan por un análisis y, según dice, él tiene las pruebas de que dichas cabras dieron positivo.

Al hacer una consulta con personas dedicadas al sector, se accedió a la información de que Batochi es conocido por comercializar cabras informalmente en varios puntos del país mediante un método denominado “a la estaca” –en la jerga caprina–, por la que un productor se instala en un lugar público y ofrece los animales a los que pasan por el lugar.

Esta información fue confirmada por el propio presidente de la Asociación Paraguaya de Caprinos, Arnaldo Decoud, quien dijo que ese fue precisamente el motivo por el que suspendieron a Batochi en su calidad de socio y lo separaron del cargo de tesorero que ocupaba en la comisión directiva del gremio.

“Se le pidió en reiteradas ocasiones que suspendiera ese sistema de venta porque nosotros desde la asociación estamos trabajandno en la formailzación del sector caprino. Por un principio ético-normativista, no podemos estar promoviendo como asociación la informaildad, y resulta que nuestro directivo está vendiendo de forma informal”, señaló el ingeniero Decoud a ABC Color.

Agregó que esta sanción fue la que motivó la intervención del Senacsa en el lugar.

Ya en contacto con el dueño del establecimiento, este admitió haber tenido un brote de brucelosis en su estancia; sin embargo, dice que fue erradicado tras el sacrificio de algunos animales y varias intervenciones de los funcionarios del ente estatal.

Al ser consultado sobre su metodología de venta, se limitó a decir: “Hay mucha gente a la que no le gusta competencia. La gente dice muchas cosas. Me demandaron por demandar; mis animales se fueron cero brucelosis a la expo”, aseguró el productor.

Lo grave de esta situación es que, según lo confirmó el propio presidente de Senacsa, Hugo Idoyaga, en este lugar sí hubo cabras con brucelosis, y Batochi en ningún momento dejó de vender “a la estaca”, lo que puede significar que cabras infectadas podrían estar en cualquier lugar. Es más, unas fotografías proporcionadas a nuestro medio evidencian que un camión de dicho establecimiento (retratado hace pocos días) realizaba ventas similares en Coronel Oviedo.

Idoyaga confirmó que, tras la intervención que hicieron al establecimiento, se debieron sacrificar algunas cabras; no obstante, tras nuevos controles se pudo corroborar que todos los animales estaban sanos, por lo que la institución le otorgó la certificación sanitaria (habilitación) libre de brucelosis.

También fue consultado sobre la metodología de venta y, pese a los cuestionamientos del sector, alegó que “no hay una ley que prohíba la venta de animales como lo hace este productor. Si fuesen los animales de las personas que se está mencionando, son animales sanos según nuestro criterio, pero también hay responsabilidad de las personas que compran. Aquí es muy fácil: la gente compra y después se plaguea”.

Finalizó diciendo que esta experiencia les induce a reglamentar los sistemas de venta del sector caprino.

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