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Ambas empresas firmantes del comunicado, proveedoras de los servicios de líneas de Vox y Personal, respectivamente, emitieron un comunicado conjunto en el que manifiestan su temor de que la compra por parte de la empresa proveedora de Tigo de las actividades del grupo responsable del servicio de televisión por cable Cablevisión y el servicio de internet Fibertel creará un desbalance en la igualdad de competencia.
El comunicado señala que, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), tanto Tigo como Cablevisión son las empresas dominantes de sus respectivos mercados; la primera abarca más del 50% del mercado de la telefonía celular, mientras que la segunda domina el 83% del ramo de la televisión paga, por lo que la transacción podría llevarlas a “incurrir en prácticas que constituyen abuso de posición de dominio que restrinjan la competencia con el fin de obtener beneficios extraordinarios en la comercialización de sus servicios en perjuicio de los consumidores”.
La compra implica además la transferencia a favor de Telecel de 50 Mhz en la banda de 2600 Mhz “convirtiéndose éste, y por lejos, en el operador con mayor disponibilidad de espectro, lo que le permitirá contar con una importante ventaja competitiva para la prestación del servicio de datos de alta velocidad”, indica el comunicado.
El texto recuerda además que en el pasado Telecel y Cablevisión se han acusado mutuamente de ser un operador con excesiva capacidad financiera y un monopolio, respectivamente, y que operaciones como esta, potencialmente generadoras de alta concentración en el mercado, suelen ser recazadas en regiones como los Estados Unidos y Europa.