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La profesora Ilda Ayala estaba enseñando ayer en un aula del 6to. grado de la escuela María Auxiliadora de Tobatí, en Cordillera. Alrededor de las 16:20 escuchó unos gritos en el salón del tercer grado, donde estaba trabajando su colega Idalina Limenza, quien casi recibió el disparo de una persona.
Según testigos, el hombre ingresó al aula y preguntó por la “profesora Ida”, y cuando ella respondió afirmativamente, el sujeto sacó un arma de su manga y, apuntando directamente a la mujer, le dijo que le habían enviado junto a ella. Sin embargo, la víctima del atentado era la profesora Ilda Ayala, quien es la mamá de dos hijos del diputado Nazario Rojas. Es decir, el atacante se confundió de persona.
La profesora Ilda Ayala conversó este miércoles con radio ABC Cardinal y acusó directamente al papá de sus hijos, el diputado Rojas, de haber ordenado el atentado. Según la docente, en 2014 ella y el legislador llegaron a un acuerdo por prestación alimentaria y otros beneficios. En ese acuerdo, el diputado se comprometió a darle una mensualidad de G. 1.500.000, una casa, un vehículo y la posibilidad de conseguirle un trabajo. Esto, según la profesora, nunca se cumplió.
Ayala contó que el diputado la viene amenazando desde hace tiempo y que ella tiene las grabaciones para demostrarlo. “Hice constar todo a la Policía”, manifestó. Además, detalló otros incidentes en que supuestamente la Policía la acusó de armar ciertos disturbios en el Registro Civil de Caacupé. La docente incluso dijo que Rojas le hizo perder uno de sus trabajos como profesora.
“Tengo miedo, eso puedo decir. Tengo miedo. En la amenaza me dijo que le voy a perjudicar a su familia. Él tiene muchos contactos. Te tengo miedo, Nazario Rojas. Tengo mucho miedo de vos porque estás cumpliendo con las amenazas”, dijo la apesadumbrada mujer.
Zunilda González, fiscala del caso, dijo también en conversación con radio ABC Cardinal que está molesta con la Policía de la zona por haberle avisado tarde -dos horas después- del atentado en la escuela. Aseguró que pidió para la profesora Ilda Ayala una custodia policial provisoria de 48 horas.
La agente contó que está pensando en la posibilidad de imputar a los policías que intervinieron por la llamativa demora. “Es gravísimo lo que pasó”, expresó, al tiempo de señalar que los policías debieron haber avisado sobre el hecho ni bien ocurrió. “Vamos a ver cuál es la excusa; no hay ninguna excusa”, concluyó.