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Teófilo Urbieta, de la organización “Parigual”, junto con estudiantes de cinematografía de una universidad privada, realizaron una prueba para saber por qué muchas personas con discapacidad, y que requieren de una silla de ruedas, no usan los buses inclusivos que circulan por las calles.
Comentó que de los 2.094 buses habilitados por el Viceministerio de Transporte para circular en Asunción y área metropolitana, son 184 los ómnibus con rampas, distribuidos en 19 líneas del transporte público de pasajeros.
La prueba se realizó sobre algunas paradas sobre avenidas importantes del país, a la espera de buses con rampas que pueda llevar al pasajero en silla de rueda (Urbieta, quien llevaba una cámara filmadora en el pacho).
En el video, que “Parigual” hizo circular en redes sociales, se observa cómo choferes de distintas empresas se excusan de levantar al joven, bajo argumentos como “no funciona la rampa”, “no está configurada”, entre otras explicaciones. Luego de unas 8 horas, una de las unidades del transporte detuvo la marcha y el conductor alzó a Urbieta.
Tras esta prueba, Urbieta indicó a ABC Color que celebraron en principio la puesta en marcha de buses inclusivos, aunque no están siendo funcionales. “El Viceministerio de Transporte tiene que fiscalizar que estos buses estén en buen funcionamiento. Por otro lado, los empresarios tienen que dar el mantenimiento a las unidades, tener instalaciones adecuadas y el chofer tiene que estar capacitado”, consideró.
Pidió que las autoridades, tanto del sector público como privado, tengan en cuenta los resultados del experimento para dar una mejor calidad del servicio para personas con discapacidad, que también tienen derechos a ser respetados, concluyó.