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Valenzuela confirmó a ABC Color que el cura Silvestre Olmedo fue separado del cargo recién ayer, día en que el hecho cobró estado público tras una denuncia de una joven de la Pastoral Juvenil de Limpio.
La víctima dijo que los acosos sistemáticos se produjeron desde diciembre del año pasado, pero que hace dos meses la denuncia se formalizó cuando se enteró de que otras tres mujeres también sufrieron lo mismo. Además, detalló que ella conversó con el monseñor Dionisio Echagüe, decano de la zona, en representación de las otras víctimas que prefirieron no dar su testimonio por temor. Echagüe les dio su apoyo e hizo de nexo para que Edmundo Valenzuela se entere del caso.
Pero la autoridad del catolicismo, cuando se enteró del hecho, solo les pidió a las jóvenes que “oren por el sacerdote (Olmedo)”. “Monseñor Valenzuela nos recibió y anotó todo lo que le manifestamos, pero no hizo nada más que instarnos a orar por el sacerdote. Nunca se le suspendió o le pidieron cuentas de lo que hizo, por eso renuncié a trabajar con los temas juveniles y ya no voy a misa”, lamentó la mujer, que, tras la impotencia de no saber qué hacer, realizó la denuncia policial y luego fiscal.
La información fue publicada por ABC Color ayer, lunes 6 de diciembre, y recién entonces Valenzuela confirmó que el cura denunciado fue apartado del cargo mientras dure la investigación de las autoridades eclesiales y que siempre se aplicará la presunción de inocencia para con él. En síntesis, pasaron dos meses desde la denuncia formal y solo se tomaron medidas después de conocerse el caso a través de la prensa.
Silvestre Olmedo dijo que no hablará del caso en público ni con la prensa. Las denunciantes afirman contar con un audio en que él admite que sí acosó a las mujeres.