Cargando...
El estudio, titulado Pensamos globalmente: la escalada de la paraguaya Tabacalera del Este como una amenaza para el control mundial de tabaco, concluye que Tabesa, empresa del expresidente Horacio Cartes, usó las rutas del contrabando abandonadas por British American Tobacco y Philip Morris International a finales de los ‘90 — cuando Brasil aplicó una tasa de impuesto de 150% a la exportación de cigarrillos — para vender sus productos de forma ilegal especialmente en Brasil, donde no existe exportación legal de cigarrillos paraguayos.
Es desde el año 2000 cuando se nota un repunte en la producción de Tabesa. “La producción (de Tabesa) aumentó en volumen en un notable 2.592% entre 2000 y 2010, gran parte del cual se exportó a Brasil y otros países ilegalmente. Primero, Tabesa creó nuevas marcas (por ejemplo, Rodeo, Ocho), las fabricó en el país y luego las exportó a través de canales ilícitos”, dice parte del estudio, que ahora es de dominio público. ¿El mercado destino? Brasil, a donde Paraguay no reporta un solo pabilo exportado de forma legal.
Lea más: Estudio desnuda a Tabesa
El documento también expone que, llamativamente, las ventas minoristas de productos de tabaco en Paraguay se redujeron de US$ 149 millones en 2002 a US$ 62 millones en 2016, lo que evidencia que el mercado interno no es el foco de la empresa de Cartes.
El gerente de Tabesa, José Ortiz, afirmó que el 90% de la producción de Tabesa es comprada en Paraguay a través de 18.600 distribuidoras. Reconoció que hay contrabando hacia el Brasil, pero dijo que este es un fenómeno que se da por los altos impuestos que el cigarrillo paga en ese país y expuso que si Paraguay hace lo mismo, el mercado brasileño hará lo mismo con cigarrillos de otro país y no el nuestro.
La cantidad exorbitante de distribuidoras de Tabesa cifradas por Ortiz condice con un dato citado en el estudio científico. Uno de los 42 entrevistados para el material fue una autoridad brasileña con conocimiento del tráfico de cigarrillos y esta persona contó que el modus operandi de las tabacaleras que hacen contrabando, entre ellas Tabesa, es el de crear “empresas en todas partes para que el producto desaparezca”.
Según Ortiz, Paraguay consume 100 toneladas de tabaco por día, lo que al ratio de 956,4 cigarrillos por kilo que utiliza el estudio y considerando 7.000.000 de habitantes en nuestro país, da un promedio de 14,2 cigarrillos consumidos por persona por día.
“Nos gustaría alentar a todos a leer nuestra investigación. La metodología y los hallazgos de los documentos sobre las estrategias de Tabesa, utilizando datos cualitativos y cuantitativos, hablan por sí mismos. Por ejemplo, nuestros datos sugieren que Tabesa está produciendo muchas más veces más cigarrillos que posiblemente podrían consumirse a nivel nacional”, respondieron los investigadores a la versión de Ortiz.
El estudio indica además que a 2013 había menos de 570.000 fumadores adultos diarios entre los 7 millones de paraguayos. “Dado que el consumo interno de Paraguay es de alrededor de 4.000 millones de pabilos, y las exportaciones legales oficiales son de 2.100 millones de pabilos (NdR: por mes) esto sugiere que de 19 a 30 mil millones de cigarrillos fabricados por Tabesa pueden estar ingresando al mercado ilícito anualmente”, expresa el documento.
De ser cierta la aseveración de Ortiz, los 570.000 paraguayos que fuman deben consumir 1.363 cigarrillos por día cada uno para llenar la cuota de 100 toneladas citada por él.
Lo que llevó a Tabesa a buscar más mercados fuera de la región, según el análisis de los académicos, es “una tendencia a la baja en la prevalencia de tabaquismo en adultos en Brasil, del 35% a fines de los años ochenta, al 15% en 2008, y, en Argentina, del 40% en 1999, al 25% en 2016”.
“Con lo que decías eso de que Tabesa es una empresa que tiene a globalizarse, por supuesto que nosotros siempre estamos buscando — para eso hicimos un esfuerzo de registrar nuestras marcas en cuanto país pudimos registrar — siempre estamos buscando exportar y tener nuevos mercados. Como también todas las otras empresas. Las multinacionales tratan de globalizarse. Nosotros tenemos una calidad que permite. O sea, no tenemos nada que envidiar a ninguna otra empresa. Claro, si yo encuentro otro mercado en donde pueda exportar, obvio que voy a exportar. Si el mercado es rentable, voy a exportar. Y por algo somos acá los mayores pagadores de impuestos. Vendemos nuestro producto localmente”, se defendió José Ortiz sobre este punto.
Como “modestos” consideraron los académicos los ingresos de Tabesa en Estados Unidos, país al que exporta a través de una subsidiaria llamada “Tabacos USA”, investigada por autoridades federales de ese país.
El estudio sugiere que la presencia de Tabesa en EE.UU. es para dar “legitimidad” a sus exportaciones. “El ingreso anual de Tabacos USA en 2016 fue de US$ 1.800.000, un número relativamente modesto. La evidencia sugiere que, en lugar de ventas, el permiso para exportar al mercado estadounidense ha sido más importante como una fuente de legitimidad para la empresa y sus ejecutivos, y se ha utilizado como una defensa contra las acusaciones de contrabando de cigarrillos, lavado de dinero y tráfico de drogas”, se lee en el documento.
“Las exportaciones registradas oficialmente por Tabesa han disminuido en un 89% desde 2012 y sus importaciones registradas de insumos para la fabricación de cigarrillos han disminuido en un 40,5% desde 2014”, dice el artículo científico. Esto es coincidente con el periodo de Gobierno de Horacio Cartes, quien fue presidente desde 2013 hasta 2018.
Sin embargo, la importación de insumos para hacer cigarrillos no se condice con la producción de Tabesa. Datos de la base Comtrade de las Naciones Unidas citados muestran que las importaciones paraguayas de papel de cigarrillo y acetato de celulosa, insumos clave para fabricar los pabilos, aumentaron en un 40% y 52% entre 2012 y 2017, respectivamente.
“La estrecha relación entre la administración de Cartes y la industria tabacalera entre 2013-2018 arroja dudas sobre las declaraciones y cifras del gobierno de Paraguay sobre el comercio ilícito de tabaco de ese país”, indica el estudio.
La ley de trazabilidad vigente, la 6107, es una que aún no fue reglamentada. Fue hecha por mayoría cartista en Diputados junto al Ministerio de Hacienda y fue promulgada por Horacio Cartes a finales de su mandato. El documento es mucho más flexible que el proyecto rechazado el jueves pasado en el Senado.
El proyecto rechazado la semana pasada planteaba no solo el uso de tecnología de punta para hacer la trazabilidad de los cigarrillos, sino que endurecía los requisitos para las tabacaleras.
Al respecto José Ortiz, gerente de Tabesa, cuestionó el proyecto ya rechazado por su difícil aplicación e insinuó que los equipos que permitirán el control son vendidos por la empresa británica De La Rue, representada en Paraguay por Diesa, cuyo directivo es Miguel Carrizosa, de Patria Querida, partido que en el Senado fue parte de la redacción del proyecto.
“No digo que sea así, pero me permito sospechar. Estoy convencido de que detrás de esto (nueva ley de trazabilidad más exigente) hay un negociado. La gente de Patria Querida ni habrá leído el proyecto, o si leyeron, leyeron muy bien”, dijo.
“Cualquier persona, si yo me siento con ellos y les pregunto cómo se aplica técnicamente esta ley — la rechazada —, no van a tener respuesta. Esa ley de trazabilidad que fue aprobada en el periodo anterior fue analizada con Diputados y con Hacienda, donde se establece que un sello holográfico que vaya en cada cajetilla. Eso hace que en cualquier lugar del país se pueda determinar si el producto es original o si el producto pagó el impuesto”, agregó.
El diario O Globo de Brasil publicó en octubre pasado que el cigarrillo paraguayo financió el crimen organizado por 271 millones de reales, unos US$ 72.000.000, desde enero a setiembre de este año, según un sondeo de la internacional Ibope.
“Los policías federales afirman, con base en la estructura ya identificada, que el contrabando de cigarrillos se ha convertido en uno de los mayores financistas de criminales vinculados al Comando Vermelho y al Primer Comando de la Capital (PCC). Los recursos obtenidos con la venta ilegal se utilizan en la compra de armas y municiones”, dice parte del texto.
La instalación de Tabesa en Hernandarias no es casualidad para el estudio canadiense. “Un segundo factor externo en el rápido crecimiento de Tabesa fue un entorno regulatorio permisivo. La llamada ‘Triple Frontera’ (compartida por Paraguay, Argentina y Brasil) ha sido durante mucho tiempo una importante zona de tránsito para el contrabando, dada la presencia de múltiples puntos de entrada en la frontera por aire, tierra y agua, junto con controles de frontera débiles”, indicó parte del estudio.
La publicación de O Globo recuerda que en el Brasil ningún cigarrillo de ese país puede ser vendido por menos de 5 reales (G. 8.000), pero los contrabandistas de frontera compran el tabaco en Paraguay por 0,70 reales (G. 1.120) y lo venden en Brasil por 2,5 reales (G. 4.000), según Luciano Flores Da Lima, delegado de la Policía Federal en Mato Grosso do Sul.
“Diversas investigaciones de la Policía Federal constataron que el contrabando de cigarrillos de Paraguay hacia Río de Janeiro es fraccionado entre diversos grupos hasta la llegada al consumidor: implica un consorcio entre diversas asociaciones criminales, cada una especializada en una determinada actividad delictiva que componen la logística que va desde el ingreso del producto hasta la venta al por mayor en la frontera con Paraguay y paso al territorio brasileño; el transporte por las carreteras brasileñas mediante un esquema de pago de coimas; el almacenamiento, con la utilización de depósitos en diversas regiones brasileñas; y la distribución en los comercios locales”, concluyó el artículo.