Sucesivos ataques en el Norte

En la noche de este miércoles se produjeron disparos contra la comisaría de Kurusú de Hierro, distrito de Concepción, sin que se registren heridos. Unas horas después se reportó otro tiroteo, esta vez en la comisaría de Azotey.

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Los disparos se efectuaron alrededor de las 20:00 desde la parte posterior del edificio de la comisaría, una zona llena de plantaciones y malezas, lo que fue por los desconocidos para ocultarse, según los reportes recogidos en la zona.

Si bien varios de los proyectiles impactaron contra la sede policial, no registraron heridos y los agentes aguardaron por varios minutos refuerzos para restablecer la seguridad.

En los últimos días se han hecho en ese distrito numerosos procedimientos en busca de integrantes del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), por lo que no se descarta que este nuevo ataque se trate de alguna represalia.

El comisario Luis Marecos, jefe de Policía del Departamento, indicó que recién por la mañana se efectuarán procedimientos más intensos, ya que por la noche existe un mayor riesgo por la oscuridad.

El vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta, Victor Urdapilleta, en comunicación con radio Ñandutí, dijo que los atacantes utilizaron armas automáticas y semiautomáticas, cuyas municiones serán analizadas para determinar su calibre, pero recién en horas de la mañana del jueves se tendrán más datos. 

Poco después del ataque en Kurusú de Hierro, se registró un tiroteo contra la sede policial de Azotey, desde el predio de una cancha del barrio, disparos que fueron escuchados por varios minuto.

Fuentes policiales se limitaron a informar que no se han registrado heridos en ninguno de los episodios. Se cree que el hecho habría sido protagonizado por criminales del EPP por el tipo de armas utilizadas y debido a que se trata de su zona de influencia. Contingentes fueron movilizados en ambos escenarios para restablecer el orden.

En abril del 2013 el EPP ya había atacado esta dependencia policial, en venganza a la muerte del dirigente Benjamín Lezcano, ocurrida en febrero de ese año y del joven sordo Agustín Ledesma, baleado por error por la Policía el 12 de abril de 2012. En esa ocasión el grupo criminal se atribuía el ataque en un panfleto que fue dejado en las cercanías.

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