Suman los oviedistas que no están “alegres”

Más dirigentes del Unace decidieron retirarse del partido y pasarse a las filas coloradas, luego de que la cúpula oviedista sellara un pacto con los liberales para apoyar a Efraín Alegre a cambio de cupos en ministerios.

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El nuevo grupo de desertores del Unace está encabezado por Pastor Benítez, concejal de San Lorenzo, informó el Partido Colorado en un boletín.

El edil oficializó su retorno a la ANR durante un acto político organizado por oficiales retirados de las Fuerzas Armadas, en el local de eventos “Ára Sunu”, de San Lorenzo.

“Me encontré con la grata sorpresa de la presencia de una delegación de presidentes sectoriales del partido Unace que retornan al Partido Colorado”, manifestó Lilian Samaniego, titular de la nucleación colorada.

Además de Pastor Benítez, estuvieron presentes en el acto Celia Morales, presidenta del Sectorial Nº 1.143 del Unace; la vicepresidenta del grupo, Nelly Acosta, además de las coordinadoras Reina Leguizamón, María Maidana, Esperanza Ortiz, Nilsa Bareiro, José de Jesús, Rabio Aranda y Juan Brizueña.

“Las puertas de la ANR están abiertas para los amigos y amigas”, manifestó Samaniego, de acuerdo a una reproducción facilitada por la ANR.

Las primeras deserciones luego del acuerdo del oviedismo con el PLRA se dieron en la víspera, con la salida de Víctor Hugo Insaurralde Florentín, quien se postulaba a la Gobernación de Presidente Hayes.

El dirigente renunció a la candidatura y se unió al equipo de Horacio Cartes, candidato presidencial de la ANR, junto a varios dirigentes de la localidad chaqueña.

Las rupturas en el Unace se iniciaron en el 2011, año en que Óscar Tuma, Artemio Barrios, Víctor Yambay y Daniel Fleitas salieron molestos del partido.

Otro de los disidentes es el senador Enrique González Quintana, quien se retiró de la nucleación en noviembre del 2012.

La crisis dentro del Unace se reavivó en febrero pasado, luego de que el líder del sector, Lino Oviedo, falleciera en un accidente aéreo.

Con la muerte, el partido quedó sin candidato presidencial y sin su máximo "caudillo", por lo que se analizaron alternativas electorales.

El pacto con el PLRA terminó por ahondar la fricción en el oviedismo, debido a que varios dirigentes consideraron el acuerdo como una "traición" al proyecto de Lino Oviedo.

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